miércoles, enero 24, 2024

Claudia Sheinbaum: continuidad sin cambio

 


Por Rogelio Ríos Herrán 

“Continuaremos, seguiremos, consolidaremos...” fueron quizá las palabras más repetidas en el discurso de Claudia Sheinbaum al cierre de su precampaña electoral en la CDMX el pasado 18 de enero. 

No sé si ella o sus asesores, al preparar el evento y el discurso, tuvieron plena conciencia de lo que significa hablar públicamente en el Monumento a la Revolución.  

El lugar quedó marcado desde hace décadas por el discurso de Luis Donaldo Colosio (el 6 de marzo de 1994, cuando él era el candidato presidencial del PRI) al delinear claramente sus diferencias de visión política con el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. 

Lo de Colosio fue una pieza oratoria de excelencia, una revisión crítica del gobierno presidido por su propio partido y una afirmación de su identidad como candidato presidencial ubicado a la distancia precisa de Salinas como para mantener su autonomía. Manuel Camacho le llamó, con certeza, “Cambio sin ruptura”, en un libro memorable. 

Al escuchar las palabras de Sheinbaum, treinta años después de las de Colosio y en el mismo sitio, no pude evitar la comparación: su énfasis en la “continuidad” llana y lisa de las políticas de AMLO, sin crítica ni diferencia alguna contrasta con el tono crítico de Luis Donaldo frente al partido que lo postulaba. 

A la oferta de “continuidad sin crítica” de Claudia no la acompañó siquiera un gesto de mano tendida hacia la oposición política. Ninguna mención de su disposición al diálogo. Ningún matiz que la distinga del lenguaje político de López Obrador. 

Buen hubiera podido tomar prestada Sheinbaum una frase de Marcelo Ebrard (discípulo de Manuel Camacho) que utilizó recientemente: “continuidad con cambio”, concepto que explicó ampliamente en su libro “El Camino de México”. 

No fue así. Todo el discurso de Sheinbaum se construyó en los viejos moldes de oratoria tradicional de los políticos mexicanos, muy vintage priista, demasiado formal y con conceptos y lenguaje del México de hace cinco décadas. Fue el lenguaje del siglo 20 para una candidata del siglo 21. 

Destaco de entre sus palabras lo siguiente: 

  1. “No creo exagerar al decir que somos el movimiento social político más fuerte de todo el planeta, porque sabemos que la unidad se da en la lucha, en las acciones, en las definiciones, en nuestra democracia interna, en los principios, y que la unidad es con el pueblo y para la Transformación.” 

  2. “La democracia en nuestro país no es un arma de la derecha, del conservadurismo, no, es una arma de la lucha del pueblo de México. La lucha por la democracia es el origen de nuestro movimiento.” 

  3. “Nosotros somos herederos de Hidalgo, de Morelos, de Leona Vicario, de Josefa Ortíz de Domínguez, de Benito Juárez; de los liberales mexicanos, de Madero, de Villa, de Zapata, de los Flores Magón, de Felipe Carrillo Puerto, de Elvia Carrillo Puerto, del general Lázaro Cárdenas, de Mújica, de Felipe Ángeles, de las Adelitas, de las sufragistas, de los estudiantes de 1968.” 

  4. “Bajo su mandato (López Obrador), estamos viviendo un momento extraordinario. México ha cambiado profundamente, para bien, en lo económico, en lo político, en lo social, pero también en la consolidación de esta nueva forma de pensamiento, el Humanismo mexicano basado en nuestra historia y en un profundo sentido de fraternidad.” 

  5. “Hoy México es respetado en el mundo entero y es una referencia, es ejemplo de buen desempeño económico, por la fortaleza del peso, la recuperación de la soberanía, la autosuficiencia energética, la reducción de la pobreza y la desigualdad y por el mejoramiento del nivel de vida de la gente.” 

  6. “Encabezamos un proyecto humanista en el que caben empresarios, clases medias, todas las profesiones, oficios, todas las religiones y todos los libres pensadores, pero que tiene claro que no puede traicionar nuestra historia y la dignidad del pueblo de México en su anhelo de democracia, justicia y libertad.” 

  7. “Hemos hecho a lo largo de todos estos años, lo que parecía imposible, la revolución de las conciencias, de la mente del pueblo de México. Les convoco a seguir transformando a México, a continuar su renacimiento y regeneración”.  

¿Les suenan familiares, estimados amigos, las frases y conceptos de Claudia? ¿En dónde las han oído antes? ¿Cuál es su aportación a un lenguaje político distintivo y fresco en su candidatura? Saquen sus propias conclusiones. 

Si bien fue apenas el cierre de su precampaña, Sheinbaum no volverá al Monumento a la Revolución a dar otro discurso para el cierre de su próxima campaña formal. La oportunidad para definir su identidad como candidata en un lugar políticamente significativo en México se perdió irremediablemente: no se abrió al diálogo político, sólo ofreció “continuidad sin cambio”.

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