jueves, enero 17, 2019

Responde la Embajadora Martha Bárcena a Mirada al Mundo


Me complace compartir con ustedes, estimados lectores, el documento completo (ver abajo) con la respuesta que me envió amablemente la Embajadora mexicana en Estados Unidos, Martha Bárcena (primera mujer en esa asignación diplomática), a los comentarios e interrogantes planteados en mi anterior escrito en este blog Mirada al Mundo  ("Embajadora Martha Bárcena", 12 de enero del 2019, https://rogeliorios.blogspot.com/2019/01/embajadora-martha-barcena.html) en torno a su nueva función diplomática y la relación bilateral México-Estados Unidos, seguramente la encontrarán interesante, bien escrita y bien planteada.

Destaco de su carta cuatro puntos especialmente relevantes en este momento:

1) Su referencia al acuerdo de inversión en proyectos productivos entre México y Estados Unidos en el sur de México y Centroamérica que busca fomentar trabajo en los lugares de origen de los migrantes "con el fin de que la migración se convierta en optativa y ya no sea obligatoria. Por lo tanto, el desarrollo es un eje fundamental de nuestra nueva política exterior, ya que no se puede hablar de migración o seguridad sin considerar este elemento" (subrayado mío en todos los párrafos).

2) Sobre la interpretación del principio de no intervención en el momento actual de la relación bilateral México-Estados Unidos, comenta la Embajadora Bárcena que "nuestro objetivo es posicionar los intereses de México en Estados Unidos, sin inmiscuirse en asuntos de política interna".

3) Sobre la conveniencia de una relación cercana con la Vocera demócrata del Congreso de Estados Unidos, Nancy Pelosi, expresó la Embajadora que se congratula por su nombramiento "y por la elección de un número sin precedente de mujeres congresistas en la pasada elección. Espero poder reunirme con ella en fecha próxima. Buscaremos acercarnos a todos los congresistas de Estados Unidos y, con el apoyo de nuestros consulados, a los gobiernos locales, para avanzar nuestras prioridades, entre ellas la ratificación del T-MEC. El Congreso y los gobiernos locales deben estar conscientes de todos los beneficios comerciales que México trae a las poblaciones que representan".

4) Sobre el significado de su nombramiento, nos dice la diplomática que "ser la primera mujer Embajadora de México ante Estados Unidos y miembro del Servicio Exterior Mexicano me llena de orgullo, ya que es para mí un honor ser la representante de México y del Presidente Andrés Manuel López Obrador en Washington. Conlleva, sin duda, la gran responsabilidad llevar el mensaje de lucha contra la corrupción, de justicia y combate a la desigualdad que el Presidente ha planteado como objetivos principales de su gestión".

Además, incluye en su misiva el link para acceder al mensaje que entregó al Presidente Donald Trump el 11 de enero como parte de su visita para la presentación de sus cartas credenciales, en el cual se establece la visión de la relación México-Estados Unidos para los siguientes años:


El diálogo está abierto con la Embajadora Bárcena, toca a nosotros aprovecharlo productivamente. Reproduzco la carta completa:











sábado, enero 12, 2019

Embajadora Martha Bárcena




Por Rogelio Ríos Herrán

Siempre resulta intrigante el relevo del titular de la Embajada mexicana en Estados Unidos, por mucho nuestra representación diplomática más importante en el exterior: ¿qué panorama espera a la nueva Embajadora Martha Bárcena, primera mujer en ocupar esa posición? ¿Qué podrá hacer con menos recursos y mayor carga de trabajo? ¿Cómo se conducirá ante el Presidente Trump, el Senado y el Congreso estadounidenses para afianzar en ellos los intereses del Gobierno mexicano?

Al presentar el viernes 11 de enero sus cartas credenciales al Presidente Trump, la flamante embajadora mexicana le expresó que “México desea una frontera de bienestar y prosperidad para ambos pueblos”, además de recordarle que “la historia y la geografía nos vinculan desde la independencia de ambos países”.

Bien dicho por Bárcena, y me parece que el énfasis en la vinculación histórica como sustento de la relación bilateral le puede ayudar como contrapeso, por ejemplo, a los exabruptos contra los mexicanos del día a día del titular de la Casa Blanca.

“En diplomacia y las relaciones bilaterales las palabras son importantes porque la confianza se construye mucho en palabras, pero no son lo único. Son los hechos y los avances concretos los que nos dicen cuál es el panorama general de una relación bilateral”, expresó la diplomática mexicana en una entrevista reciente a W Radio.
A pesar de la retórica trumpista, se ha avanzado en hechos concretos entre México y Estados Unidos, agregó Bárcena. Su visión personal incluye la construcción de una visión compartida constructiva entre Washington y CDMX y que se abra la oportunidad para una reforma migratoria. Muy ambiciosa perspectiva.

Queda por ver qué puede hacer la nueva Embajadora Bárcena y su equipo en la embajada en el terreno siempre pantanoso de Washington, DC. Recordemos que en la relación bilateral con Estados Unidos los mexicanos conforman un equipo diplomático más amplio que el de la sola embajada: el titular de la SRE, Marcelo Ebrard; el Subsecretario para América del Norte, Jesús Seade, y los titulares de la extensa red consular mexicana (50 consulados) en la Unión Americana. Eso sin incluir a otras secretarías de estado que inciden en la relación bilateral.

El panorama interno de Estados Unidos en 2019, sin embargo, no deja mucho espacio para el optimismo mexicano, como se puede ver:

1)    El Presidente Donald Trump atraviesa por el cierre de Gobierno (“shutdown”) más largo en la historia de ese país. El desacuerdo principal entre republicanos y demócratas gira en torno a la insistencia de Trump por obtener financiamiento para la construcción del Muro en la frontera con México que propuso desde que era candidato en campaña. El Muro es un tema político y mediático muy poderoso para la causa de Trump, ¿cómo puede contrarrestar eso la nueva embajadora?

2)    Es absolutamente indispensable para cualquier Gobierno nacional que quiera influir en la opinión pública estadounidense hacer lobby, cabildear, cultivar a amplios sectores sociales, artísticos y académicos en Estados Unidos, además de los medios de comunicación, lo cual es costoso. ¿Cómo va a enfrentar la Embajada esa tarea con menos recursos presupuestales para el servicio exterior producto de la austeridad del nuevo Gobierno? ¿Cómo se va a interpretar aquí el principio de no intervención?

3)    La promoción comercial y turística, tareas que ahora se suman a las funciones diplomáticas y consulares, ¿distraerán a los funcionarios de su labor política principal? ¿Afectarán las capacidades consulares de asistencia y auxilio a los mexicanos en Estados Unidos?

4)    Y algo que considero fundamental: ¿Logrará establecer la Embajadora Bárcena una relación estratégica cercana con la demócrata Nancy Pelosi, la vocera de la nueva Cámara de Representantes de Estados Unidos, que ayude a posicionar una mejor imagen mexicana entre los nuevos congresistas, de los cuales un número importante son mujeres? Hay antecedentes del cultivo de buenas relaciones benéficas: Rosario Green y Madeleine Albright, Patricia Espinosa y Hillary Clinton.


  Una larga carrera de 40 años en el Servicio Exterior avala la capacidad y experiencia de Martha Bárcena para enfrentar estos retos y los que el día a día le traiga. En ella recae no sólo el peso y el privilegio de representar a México ante Estados Unidos, sino también el de representar el talento de la mujer mexicana a estos elevados niveles diplomáticos. No dudo que nos dará su mejor esfuerzo y que veremos buenos resultados.

En la entrevista que concedió a W Radio, la Embajadora Bárcena habló de la necesidad de una diplomacia más “transparente” ante la sociedad mexicana, que se ventile qué piensan y cómo actúan los diplomáticos, que haya menos secrecía salvo en áreas que así lo requieran, como la seguridad. Es una muy buena idea, así que, estimado lector, le puede echar una llamada o escribir unas líneas a:

+1 202 728 1600


Nunca como ahora se necesita la cercanía entre el funcionario y el ciudadano, ya sean comentarios, ideas, felicitaciones y críticas, todo ayudará a nuestros diplomáticos a construir (o reconstruir) el puente que se derrumbó en algún momento en la relación bilateral entre México y Estados Unidos. Es lo bueno de los puentes: siempre se pueden volver a levantar. Buena fortuna, Embajadora.


jueves, enero 03, 2019

USA 2019: un nuevo Congreso, al fin




Por Rogelio Ríos Herrán

Mientas escribo estas líneas, sigo online por C-Span la sesión de instalación del 116 Congreso de Estados Unidos de América, el cual viene ahora con mayoría demócrata.

La presencia en el recinto del Capitolio de niños y jóvenes, hijos y acompañantes de algunos congresistas, me conforta el ánimo para bajarle un poco al tono pesimista con el que concebí escribir este artículo.

Al fin, se ve una luz al final del túnel en el que está sumergido Estados Unidos. No se trata solamente de la incompetencia absoluta del Presidente Trump para gobernar, sino de algo que venía de más atrás y que va más allá de la Casa Blanca y el Congreso: una nación profundamente dividida e incapaz de reconciliarse, sobre la cual medran los partidos políticos y los políticos oportunistas.

Las casi dos semanas de “shutdown” del Gobierno federal dan fe de esa incapacidad de negociar a ambos lados del pasillo, como suelen decir los analistas estadounidenses sobre el abismo entre demócratas y republicanos.

Veo a la Unión Americana a la deriva, sujeta a las peripecias del día a día de su vida política, sin visión ni aspiraciones que muevan a los protagonistas a hacer a un lado sus profundas diferencias, sentarse a la mesa y negociar.

No es poca cosa decir esto de un sistema político al que se tiene alrededor del mundo como un modelo ejemplar de democracia representativa con sus “checks and balances”, respeto a la ley y un nivel aceptable de vida cívica digna. Todo eso parece que está en pleno derrumbe.

La llegada de nuevos representantes al Congreso, la presencia de muchas mujeres, nos habla de una renovación largamente necesaria entre los congresistas, los jóvenes que vienen a reemplazar a los más antiguos y ciclados en la vida legislativa.

Se perderá experiencia, es verdad, pero se ganará frescura en el avance de una agenda legislativa que refleje mejor que la anterior la vida, los anhelos y las durezas que viven hoy los estadounidenses.

Sobre todo, el Congreso retomará su papel de vigilante de la constitucionalidad de la vida pública, en especial de un Ejecutivo federal que muestra un profundo desdén por las leyes y por la separación de poderes.

Ese rol fue prácticamente abandonado por la anterior legislatura, dominada por los republicanos, que se subordinó a los deseos del Presidente Trump y cuyas diferencias con él fueron, si acaso, ventiladas en privado, no en el pleno del Congreso como debió suceder.

“Impeachment” o no, la orientación de la mayoría demócrata debería apostar por aliviar de inmediato la vida de los ciudadanos, la cual se ha visto afectada por el “desmantelamiento” de la seguridad social, las regulaciones económicas y ambientales impulsadas por el Presidente Trump y apoyada por los complacientes legisladores republicanos en la anterior legislatura.

Sí, claro, es importante que sean llamados a cuentas quienes dieron su complicidad a los manejos irregulares del Presidente Trump (el cual tiene hasta ahora 17 investigaciones judiciales abiertas en su contra), desde el Gobierno y desde el Congreso y el Senado, pero en la balanza deberán poner los demócratas cuál batalla es la que quiere la sociedad que peleen.

En el horizonte inmediato empieza, no podría ser de otra manera, con el nuevo año, la carrera por la sucesión presidencial en el 2020. Lo que viene en la vida pública estadounidense es un proceso simultáneo de atención a los asuntos públicos del día, pero con un ojo puesto en la carrera presidencial.

Un complejo panorama espera a la nueva vocera demócrata del 116 Congreso, Nancy Pelosi, para balancear el deseo del “impeachment” que anima a muchos demócratas contra la conveniencia política de enfocarse a solucionar los problemas económicos y sociales que aquejan al estadounidense común: Trump es una presa jugosa, ¿pero vale la pena abandonar por completo otros temas por perseguirlo?

Hay mucho qué decir del nuevo Congreso, quiénes llegaron, qué representan, y por supuesto mucho qué comentar sobre Nancy Pelosi, una mujer de trayectoria pública extraordinaria. Por lo pronto, a partir del 3 de enero hay un cambio importante en la correlación de fuerzas políticas en Estados Unidos, ni Trump ni los republicanos dominan todo por completo. No podría haber mejores noticias.


martes, enero 01, 2019

Mundo 2019: 'prueba de estrés'




Por Rogelio Ríos Herrán 

Lo dijo con toda claridad Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, en su mensaje de año nuevo 2019: “Estos son tiempos de ansiedad para muchos y nuestro mundo está pasando por una prueba de estrés”.

La ansiedad que sentimos ante los acontecimientos mundiales negativos que dibujan un panorama mundial sumamente preocupante deriva, creo yo, de que la visión nacionalista obsoleta que muchos líderes globales comparten, en realidad, va en sentido contrario de como avanza el mundo: la globalización no se detiene por la acción de unos gobiernos o líderes, es un proceso que resiste fuerte a la ola nacionalista y que terminará por derrotarla.

Será, sin embargo, una confrontación que dejará cicatrices en todos nosotros, gobiernos y pueblos del mundo. El cambio climático, el libre comercio internacional y las migraciones internacionales son tendencias imparables en el siglo 21, pero el Estado-Nación soberano y cerrado se resiste a adaptarse el nuevo entorno mundial.

Si se resiste durante demasiado tiempo, terminará simplemente por ser arrasado por las fuerzas económicas y sociales que son superiores en fuerza y extensión a la capacidad de cualquier Gobierno nacional, por más poderoso que sea, para “blindarse” ingenuamente en contra de la marea globalizadora.

¿Será el 2019 un año de avances en la lucha contra el cambio climático? La continuidad del Acuerdo de París sobre Cambio Climático (tras la reunión COP24 en Polonia en diciembre pasado) así parece indicarlo.

¿Impedirán los países proteccionistas como Estados Unidos el avance del comercio multilateral internacional? La entrada en vigor entre un grupo inicial de 12 países (México entre ellos) del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés) modificado nos indica que no lo impedirán.

El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular concluido el año pasado, primer acuerdo normativo de las migraciones internacionales y de protección a migrantes indocumentados, nos revela que el problema de los flujos migratorios internacionales no será solucionado con muros, fosos ni barreras tradicionales en las fronteras.


“Somos la primera generación”, nos dice el analista y columnista Thomas Friedman, “para quienes ‘después’ será el tiempo en que todos los amortiguadores de la Madre Naturaleza, todas sus llantas de repuesto, todos los trucos del oficio y las herramientas para adaptarse y balancearse se habrán agotado o quebrado. Si no actuamos juntos rápidamente para mitigar esas tendencias, nosotros seremos la primera generación de humanos para quienes ‘después’ será ‘demasiado tarde’” (en su libro “Thank you for Being Late. An Optimist’s Guide to Thriving in the Age of Accelerations”. New York: Picador. Farrar, Straus and Giroux, 2017, p-198).

Hay que actuar ahora, no después, nos dice Friedman. Y hay que hacerlo en grupo, colectivamente en pensamiento y acción.

Guterres añadió en su mensaje navideño un sentido de urgencia refiriéndose a la amenaza del cambio climático: “Es hora de aprovechar nuestra última mejor oportunidad. Es hora de detener el cambio climático descontrolado”.

Los mensajes del nacionalismo y el ultranacionalismo (Bolsonaro en Brasil, Trump en Estados Unidos) se estrellan de frente a la globalización. Serán vencidos al final, pero su resistencia retrasa los esfuerzos multilaterales por atacar al cambio climático, abrir el comercio y regular la migración internacional.

Si en el 2019 hay un hilo de esperanza respecto al avance de las mejores causas económicas y sociales y en lo que toca al combate contra el cambio climático, será el hilo que nos une a los ciudadanos del mundo: somos seres globales, no nos limitan las fronteras artificiales y nuestros derechos son universales.

Desde el pueblito más alejado en la Sierra Madre en México, una aldea en el Amazonas brasileño o los barrios de las grandes metrópolis europeas, todas y cada una de nuestras voces cuentan para construir un mundo mejor. Esa es nuestra fuerza, ¡feliz año nuevo 2019!

Amenaza la violencia a las elecciones?

Por Rogelio Ríos Herrán  No recuerdo una Semana Santa reciente, por lo menos en la última década, con tantos eventos violentos como la de e...