viernes, noviembre 07, 2025

La política de las tetas

El acoso sexual es un asunto serio y grave que bajo ninguna circunstancia debe ser utilizado como instrumento de posicionamiento político.

Por Rogelio Ríos Herrán


“Jalan más dos tetas que tres carretas”, decían las abuelas al referirse al insondable influjo de los senos sobre la capacidad de atención de los hombres.


¿Por qué habría de extrañarnos que en el terreno de la política mexicana no pase algo similar? 


Justo cuando Michoacán arde por el asesinato de Carlos Manzo, la primera mujer presidente de México, Claudia Sheinbaum es protagonista de un extraño incidente, por decir lo menos, de acoso sexual en un recorrido público.


Precisamente cuando las desapariciones de personas, los homicidios y la violencia de género campean en el territorio nacional, a un tipo borracho se le ocurre abrazar y tocar los senos de quien debería ser la persona más resguardada de México.


El extraño incidente presidencial ha dado la vuelta mediática al mundo por tratarse de quien se trata, pero los acosos a las mujeres mexicanas son cosa de todos los días, en todas partes, y el gobierno nacional no se da por enterado.


De las dos principales versiones sobre el incidente -acoso genuino o montaje político-, hasta el momento, me inclino por lo segundo.


Me temo, sin embargo, que en ausencia de una investigación imparcial por la autoridad correspondiente (¿alguien tiene alguna duda de cómo actuará el Ministerio Público tras la denuncia presidencial?), y en vista de los antecedentes dudosos de la clase política morenista en el manejo de los asuntos públicos, será la “versión oficial” la que prevalezca.


Por tanto, estableceré mi punto de vista.


  1. El acoso sexual es un asunto serio y grave que bajo ninguna circunstancia debe ser utilizado como instrumento de posicionamiento político.

  2. El incidente de Claudia no aumenta o disminuye la “visibilidad” del acoso sexual a las mujeres mexicanas, solamente lo banaliza al meterlo como tema de debate y argumento de polarización política, es decir, un terreno en el que nunca debería estar ubicado.

  3. No es necesario “condenar” o llamar a “no normalizar” el acoso sexual, esa no es la discusión central. De entrada, el acoso es condenable y anormal, por eso se hacen leyes y se diseñan políticas públicas para combatirlo. Lo fundamental es lograr el consenso político suficiente para enfocar al gobierno y actuar contra el acoso sexual, consenso que por el momento es imposible encontrar en México.

  4. Independientemente de su veracidad o falsedad, el incidente de Claudia en la vía pública revela una falla increíble de su cuerpo de seguridad personal. Por menos de eso, en otras circunstancias, se cortarían las cabezas de funcionarios ineptos. Eso no se debe “normalizar”.

  5. Fustigar a los medios de comunicación, especialmente a Grupo Reforma, por la difusión de algunas fotografías del incidente de acoso sexual, es una estragia presidencial equivocada. Intimidar a la prensa por hacer su trabajo -bueno o malo, eso es otra cosa- me hace inclinarme por el escenario del montaje.

  6. “Escribir un libro sobre el acoso es descubrir de golpe la forma en que los individuos y las instituciones se evaden a sí mismas. El proceso nos llevó cara a cara a enfrentarnos con nuestra propia irresponsabilidad y la indecisión de nuestros colegas, y a comenzar a preguntarnos la razón por la cual habíamos ignorado tanto y tardado todo este tiempo para hablar acerca de lo que habíamos visto y escuchado”, nos dicen Billie Wright Dziech y Linda Weiner en su excelente libro Las cátedras de la lujuria, un estudio sobre el acoso sexual en las universidades norteamericanas.

  7. Billie y Linda descubrieron la enorme dificultad de las víctimas de acoso sexual para revelar o denunciar su situación, precisamente, porque no se sienten protegidas por instituciones o personas de poder que evaden el problema, hasta que les resulta conveniente, por diferentes razones, asumirse a favor de las víctimas.

  8. En forma sencilla, el acoso sexual se entiende como una conducta con connotaciones sexuales no deseadas, que puede manifestarse de forma física, verbal o no verbal, y que tiene como propósito o efecto vulnerar la dignidad, la libertad o el bienestar sexual de la persona afectada.

  9. Lo que distingue al acoso sexual como una forma grave de violencia es que se basa en una relación de poder desigual, en la que el agresor se encuentra en una posición de ventaja y utiliza esa superioridad para imponer sus deseos o controlar el entorno de la víctima (definiciones tomadas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos).


El sufrimiento de las mujeres víctimas de acoso sexual no debe ser utilizado como activo político en el debate nacional, pues denota la “evasión” que señalan Billie y Linda: parece que al gobernante le importara un problema, hasta que deja de serle útil en términos de réditos políticos.


Claudia no es el prototipo de la mujer mexicana, simplemente por su posición de poder. No vive, trabaja y batalla para sacar adelante los gastos del hogar, como lo hacen millones de mujeres mexicanas para quienes el acoso es asunto de todos los días, en todas partes.


A ellas, les palpan las tetas y todo lo demás que sus acosadores pueden hacer porque los tipos se saben impunes y empoderados en el machismo predominante en México.


Mientras tanto, Michoacán sigue ardiendo en la violencia.


Lo decían las abuelas: “jalan más dos tetas que tres carretas”, hasta en la política.


Con el apoyo del motor de inteligencia artificial Copilot para la búsqueda documental.

FUENTE:

Comisión Nacional de Derechos Humanos

Microsoft Word - 7_Rev_RML_DAcosoSexual.docx


FIN


viernes, octubre 31, 2025

REVIVE LA AMENAZA NUCLEAR

En serio, ¿esperará el mundo que Xi, Vladimir y Donald se pongan de acuerdo para repartirse el planeta, según el tamaño de su arsenal nuclear?


Por Rogelio Ríos Herrán


Voy a enviar una solicitud a las Naciones Unidas para que se vote en la Asamblea General la prohibición de que los líderes de un puñado de países poderosos celebren encuentros cupulares, foros y asambleas, que son un disfraz para legitimar su autoritarismo y que, no contentos con repartirse los bloques comerciales, se amenazan mutuamente, como niños en el patio de recreo, con ver quién tiene más bombas nucleares.


Termina el mes de octubre con una advertencia al mundo desde Corea del Sur: no les importa a los líderes el comercio internacional, el medio ambiente, la ayuda a los países pobres, la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente ni el derretimiento de los polos; lo único que los anima es correr más rápido que el otro para ganar la guerra nuclear.


Parece la entrada de un chiste: estaban un norteamericano, un chino y un ruso en una mesa de cantina jugando a la guerra nuclear, hasta que a uno de ellos se le ocurrió apretar el botón rojo, a ver qué pasaba.


Pero no es chiste. Ahora, hay un debate en los medios de comunicación en Estados Unidos en torno a la cuestión de si el presidente Trump alienta el aumento del arsenal nuclear de Estados Unidos ante lo que percibe como amenaza de parte de China y Rusia.


La nota del 30 de octubre de las reporteras Katie Rogers y Erica L. Green, en The New York Times, sobre el encuentro entre Donald Trump y Xi Jing Ping en territorio coreano, resalta el punto:


  1. El acuerdo (comercial) fue una victoria para la economía mundial, pero se negoció bajo la sombra de una nueva y repentina amplificación de las amenazas nucleares entre las potencias mundiales.

  2. Unos minutos antes de aterrizar en Busan, Corea del Sur, para reunirse con Xi, Trump anunció en las redes sociales que Estados Unidos reanudará inmediatamente las pruebas de armas nucleares tras una pausa de más de treinta años. El anuncio se produjo después que Rusia anunciara que esta semana también había realizado pruebas de un misil con capacidad nuclear y de un dron marítimo.

  3. “Tenemos más armas nucleares que nadie, no hacemos pruebas", dijo Trump. “Hace años, muchos años, que dejamos de hacerlo", dijo. “Pero como otros hacen pruebas, creo que es apropiado que nosotros también las hagamos”.


Si no mal recuerdo, la prueba nuclear de la primera bomba atómica en 1945, en el laboratorio de Los Álamos, Nuevo México, se hizo tan cerca de la frontera con México que en Ciudad Juárez se pudo ver el resplandor de la explosión.


Con suerte, si se hace una nueva prueba ahí, a lo mejor el viento no sopla hacia el sur de la frontera.


En serio, ¿esperará el mundo que Xi, Vladimir y Donald se pongan de acuerdo para repartirse el planeta, según el tamaño de su arsenal nuclear?


En el mundo, existen actualmente unas 12 mil armas nucleares (entre desplegadas para el combate y almacenadas) y nueve países con armas nucleares,


Además, 22 países tienen material nuclear susceptible de utilizarse en armamento nuclear y vulnerable al robo, según datos de Nuclear Threat Initiative (NTI).


“Hemos entrado a una nueva era en donde el riesgo de la opción nuclear -deliberada, accidental o por error de cálculo- está aumentando”, nos dicen los expertos de NTI.


Corea del Norte, por ejemplo, se declaró Estado con armas nucleares en una ley aprobada en 2022. Cuenta con hasta 65 ojivas nucleares, según estimaciones, y ha realizado al menos seis pruebas nucleares desde 2006, según CNN en español.


¿Ya vio usted la película Una casa llena de dinamita en Netflix?


Volvamos al chiste de los apostadores norteamericano, chino y ruso en la cantina. Pueden estar alardeando, o quizá no. La verdad, no deberían estar jugando a ver quién tiene el misil más grande.


El mundo es lo que es y el poder embriaga a quien lo tiene.


Revive la amenaza nuclear. La casa está llena de dinamita.


@Rios60H


FUENTES:

  1. Trump y Xi pausan la intensidad de la guerra comercial, pero una amenaza nuclear se asoma - The New York Times

  2. The Nuclear Threat Landscape

  3. ¿Cuántas armas nucleares hay en el mundo? Este es un vistazo a los arsenales de cada país | CNN





 



 


miércoles, octubre 29, 2025

CLAUDIA: LA SORDERA HEREDADA

Si Andrés Manuel decía que él “tenía otros datos”, era por su sordera. A Claudia no le he escuchado esa frase, bien por ella, pero, con su actitud y su desempeño en las conferencias de prensa matutinas, parece decir: yo vivo en otro mundo.


Por Rogelio Ríos Herrán


Fingir que no se escuchan las críticas y señalamientos de los ciudadanos, ha sido una costumbre añeja de los gobernantes mexicanos para evitar la molestia de que les señalen su incompetencia, corrupción y arrogancia.


Andrés Manuel López Obrador se formó en esa tradición de “sordera institucional", por llamarla de algún modo. Nació, creció y se nutrió de esa costumbre nefasta que Carlos Salinas de Gortari resumió en su famosa frase: “ni los veo, ni los oigo”, al referirse a los opositores a su gobierno.


Ojos que no ven y oídos que no escuchan, corazón que no siente, parafraseando el sabio refrán.


A partir de 2018, cuando llegó al poder junto con su partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), López Obrador retomó la frase de Salinas de Gortari y la llevó al extremo de, en efecto, no atender las críticas como el rasgo central de su liderazgo político.


La sordera institucional como política de Estado, ni más ni menos. 


La herencia del “Mesías Tropical” a Claudia Sheinbaum, quien lo sucedió en la presidencia de la república tras una elección cuestionada en 2024, incluyó el punto número uno del manual político de López Obrador: no ver ni oír a los opositores.


Claudia, nada despistada, extendió el alcance de su sordera institucional más allá de la esfera política (partidos políticos, diputados, senadores, gobernadores, etcétera) hasta cubrir a la sociedad civil y, por increíble que parezca, a los medios de comunicación que observan su gobierno.


Lo de Sheinbaum es impresionante: no escucha ni a las mujeres mexicanas, quienes aportan la mitad de los votos en el padrón electoral y encabezan poco más de la mitad de los hogares mexicanos como jefas de familia.


No se ha reunido personalmente, por ejemplo, con las organizaciones de madres buscadoras que encuentran fosas clandestinas y desentierran, por sus propios medios, a sus hijos y esposos desaparecidos. Ni las ve ni las oye.


En una ocasión en que el periodista regiomontano Plácido Garza conversó con Elena Poniatowska en su casa en la CDMX, la periodista y escritora le comentó tres rasgos de personalidad de López Obrador que nos ayudan a entender el origen de la sordera de Claudia:


  1. El principal defecto de López Obrador es que no le gusta trabajar con quienes piensan diferente a él.

  2. El papá de Morena (AMLO) suele sumar aliados bajo su estricta conveniencia y cuando considera que ya no le son útiles, se deshace de ellos.

  3. Andrés Manuel tiende a perder el oído, esto es, no escucha y con eso se encierra en sí mismo.


Viniendo de Elenita, cuyo certificado de periodista crítica y afín a la izquierda es intachable, sus certeros señalamientos sobre los defectos terribles de López Obrador, podemos entender con mayor claridad el tipo de liderazgo político de Claudia.


Al encerrarse en sí misma, ella pierde la noción de la realidad y se vuelve impermeable a cualquier voz que no sea la de su círculo cercano.


Si Andrés Manuel decía que él “tenía otros datos”, era por su sordera. A Claudia no le he escuchado esa frase, bien por ella, pero, con su actitud y su desempeño en las conferencias de prensa matutinas, parece decir: yo vivo en otro mundo.


Hay otro aspecto que contribuye a su sordera y desapego de la realidad.


De joven, tuve la oportunidad de trabajar en una oficina de asesoría de la Secretaría de Hacienda ubicada en Palacio Nacional. Fue mi primer trabajo, recién graduado de la universidad, y desde que di el primer paso por la puerta mariana, la más cercana a la Catedral Metropolitana, me envolvió el influjo de la construcción colonial.


Al trabajar cotidianamente en Palacio Nacional, la solidez del edificio, su importancia como centro político del país precedido del palacio de Moctezuma ubicado en el mismo punto geográfico como sede del poder mexica, te hace sentir seguro y protegido en una fortaleza.


Al sentimiento de seguridad y abrigo, naturalmente, sigue el de la sensación de poderío que envuelve a sus ocupantes. Te llegas a sentir, desde mi puesto de analista perdido en una oficina de asesoría hasta el ocupante principal, dueño de un poder indefinible, pero cierto.


Me bastaba salir a comer a algún lugar cercano para sentir las miradas celosas de burócratas de otras oficinas de gobierno situadas fuera del Palacio Nacional, como si los de adentro fueran burócratas VIP.


Si elevamos esa sensación de poder indestructible que se siente en el recinto a la décima potencia, entenderemos por qué la decisión de AMLO de regresar el despacho presidencial al Palacio Nacional fue una mala idea.


El presidente Lázaro Cárdenas, de izquierda socialista, había hecho el cambio del despacho del Palacio Nacional a la casa que acondicionó como sede y residencia presidencial en Los Pinos, por la zona de Chapultepec.


Quizá el General Cárdenas recordó lo que Emiliano Zapata dijo una vez en Palacio Nacional cuando le pidieron sentarse en la silla presidencial para una fotografía: “esa silla está maldita”, replicó el Caudillo del Sur y no se sentó en ella.


Yo no sé si está maldita, pero sí produce sordera institucional.


FUENTE:

Plácido Garza. Irreverente. Antología I. México: UANL, primera edición, 2020, 333 pp.




martes, octubre 28, 2025

Sobre Dilexi te

El tema de la relación de la Iglesia con los pobres es central en la experiencia misionera de León XIV durante su larga residencia en Perú. Al retomarlo en esta primera exhortación apostólica que publica, nos da indicios sólidos sobre la futura orientación de su papado y de la política internacional del Vaticano.

Por Rogelio Ríos Herrán


La primera exhortación apostólica del Papa León XIV, Dilexi te (“te he amado”) se dio a conocer el 9 de octubre y es, según escribe el Santo Padre en la introducción, la continuación de la reflexión iniciada por el Papa Francisco en la encíclica Dilexi nos (“Nos amó”) sobre el cuidado de la Iglesia por los pobres y con los pobres.


Al fallecer Francisco, el documento quedó inconcluso. Al retomarlo y concluirlo, León XIV añadió reflexiones suyas “compartiendo el deseo de mi amado predecesor de que todos los cristianos puedan percibir la fuerte conexión que existe entre el amor de Cristo y su llamada a acercarnos a los pobres”.


El tema de la relación de la Iglesia con los pobres es central en la experiencia misionera de León XIV durante su larga residencia en Perú. Al retomarlo en esta primera exhortación apostólica que publica, nos da indicios sólidos sobre la futura orientación de su papado y de la política internacional del Vaticano.


La exhortación apostólica, recordemos, “es un documento pastoral emitido por el Papa, dirigido a la comunidad católica, que tiene como objetivo proporcionar orientaciones concretas sobre temas específicos de la vida cristiana. Este tipo de documento busca animar a los fieles a vivir con mayor intensidad y a seguir al Papa en su misión” (ver Catholic.net).


Por su parte, la encíclica es un documento solemne con carácter doctrinal que aborda temas de gran importancia para el mundo en general, como la fe, la moral, la justicia social e incluso el cuidado del medio ambiente. Se considera el documento más importante que escribe un pontífice” (ver ¿Qué es una Encíclica y qué es una Exhortación Apostólica? | Desde la Fe).


Por el tono menos solemne y más cercano a la percepción del público general, Dilexi te está escrita con mucha claridad y resulta accesible a todo tipo de personas, creyentes o no, que sean sensibles a las necesidades y la pobreza del prójimo.


Por tanto, lo podemos considerar como una exhortación intensa a la fe católica, al igual que un llamado a la sensibilidad social a la condición de pobreza de millones de seres humanos.


Al respecto, comparto con ustedes algunos fragmentos de las primeras páginas de Dilexi te que establecen con precisión la visión de León XIV:


  1. Estoy convencido de que la opción preferencial por los pobres genera una renovación extraordinaria tanto en la Iglesia como en la sociedad, cuando somos capaces de liberarnos de la autorreferencialidad y conseguimos escuchar su grito.

  2. La condición de los pobres representa un grito que, en la historia de la humanidad, interpela constantemente nuestra vida, nuestras sociedades, los sistemas políticos y económicos, y especialmente a la Iglesia.

  3. En el rostro herido de los pobres encontramos impreso el sufrimiento de los inocentes y, por tanto, el mismo sufrimiento de Cristo.

  4. El compromiso en favor de los pobres y con el fin de remover las causas sociales y estructurales de la pobreza, aun siendo importante en los últimos decenios, sigue siendo insuficiente. Es encomiable el hecho de que las Naciones Unidas hayan puesto la erradicación de la pobreza como uno de los objetivos del Milenio.

  5. En un mundo donde los pobres son cada vez más numerosos, paradójicamente, también vemos crecer algunas élites de ricos, que viven en una burbuja muy confortable y lujosa, casi en otro mundo respecto a la gente común. Esto significa que todavía persiste -a veces bien enmascarada- una cultura que descarta a los demás sin advertirlo siquiera y tolera con indiferencia que millones de personas mueran de hambre o sobrevivan en condiciones indignas del ser humano.

  6. Doblemente pobres son las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con menores posibilidades de defender sus derechos.

  7. Los pobres no están por casualidad o por un ciego y amargo destino. Menos aún la pobreza, para la mayor parte de ellos, es una elección. Y, sin embargo, todavía hay algunos que se atreven a afirmarlo, mostrando ceguera y crueldad.

  8. El hecho de que el ejercicio de la caridad resulte despreciado o ridiculizado, como si se tratase de la fijación de algunos y no del núcleo incandescente de la misión eclesial, me hace pensar que siempre es necesario volver a leer el Evangelio, para no correr el riesgo de sustituirlo con la mentalidad mundana. No es posible olvidar a los pobres si no podemos salir fuera de la corriente viva de la Iglesia que brota del Evangelio y fecunda todo momento histórico.


Robert Prevost (el Papa León XIV) nació en Chicago, en 1955, se hizo religioso en la Orden de San Agustín, fue ordenado sacerdote en 1982 y su primera misión fue en Perú. Vivió en varias ciudades peruanas, obtuvo la nacionalidad peruana y fue declarado obispo de Chiclayo en 2015.


En Wikipedia, encontré que el primer Sumo Pontífice tanto de Estados Unidos como del Perú, el primero con más de una nacionalidad, también es el segundo Papa de América y el primero de América del Norte, además del primero agustino. Es el segundo Papa angloparlante desde Adriano IV en el siglo 12 (ver León XIV - Wikipedia, la enciclopedia libre).


León XIV está apenas estableciendo su autoridad pastoral y refrendando el espíritu misionero de su antecesor Francisco. Tiene una dura tarea por delante en la renovación del rostro de la Iglesia entre los jóvenes del planeta, en plena era de las guerras culturales.


Por lo pronto, Dilexi te es su carta de presentación ante la comunidad católica y el público general en el mundo. En ella, la Iglesia de la opción por los pobres empieza a definir sus contornos.


Vale la pena leerla y reflexionar sobre su mensaje.


FUENTE:

Exhortación Apostólica Dilexi te del Santo Padre León XIV sobre el amor hacia los pobres (4 de octubre de 2025)







  


La política de las tetas

El acoso sexual es un asunto serio y grave que bajo ninguna circunstancia debe ser utilizado como instrumento de posicionamiento político. P...