jueves, abril 23, 2020

AMLO: Gobernar de espaldas


 
Fuente: Google.com

Por Rogelio Rìos Herràn

No importa el color, nombre o ideología del Presidente en turno o del Gobierno dominante del momento, como periodista siempre dirigirè mi crítica a quien abuse del poder y ponga en riesgo a la democracia mexicana.

Por eso, antes de siquiera discutir sobre los detalles y la pertinencia de las medidas anunciadas el 22 de abril por el Presidente Lòpez Obrador para “reactivar” la economía, lastimada severamente por la pandemia del coronavirus, quiero señalar el enorme riesgo que corren en este momento las instituciones políticas mexicanas.

Al gobernar por decreto -como la vía para imponer sus decisiones sobre la sociedad- el Presidente Lòpez Obrador desdeña lo que hubiera sido la vía adecuada para alcanzar un gran acuerdo nacional de reactivación económica: por ejemplo, la deliberación de una propuesta suya de ley en el seno del Congreso de la Unión y su posterior revisión por el Senado de la República.

Si al Congreso lo domina su propio partido, Morena, por mayoría absoluta con sus aliados, ¿què tenía que perder el Presidente con sus operadores morenistas Mario Delgado (coordinador de los diputados) y Ricardo Monreal (coordinador de los senadores)?

Al excluir por completo al Poder Legislativo, al cual sólo convocò el Presidente recientemente para discutir su propuesta de Ley de Amnistìa (al impedir Ricardo Monreal que se incluyera en la agenda la discusión de un plan económico), Lòpez Obrador perdió la oportunidad de lograr un acuerdo incluyente que reflejara la diversidad social, política y económica de México.

Al ignorar las reiteradas peticiones de apoyos fiscales y económicos para todos los sectores de la economía y los programas propuestos por organismos empresariales, además de las convocatorias a un pacto nacional, el Presidente restò legitimidad a su propia -a su única- propuesta y se aventurò a transitar en el terreno del autoritarismo.

¿O cómo interpretar -que no sea como autoritario y excluyente- un Decreto en el cual se plasmaron únicamente los programas sociales y proyectos de infraestructura promovidos desde la Presidencia de la República, los cuales van en contra de opiniones autorizadas de expertos en México y en el exterior que plantean la conveniencia de su suspensiòn?

No voy a ir al extremo de calificar la acción de Lòpez Obrador como un “golpe de Estado”, pero sì creo que dio un golpe de autoridad excesivo, no representativo de la diversidad política mexicana, y moral y legalmente rebatible.

Gobernar por decreto es entregarse a los brazos de la tentaciòn autoritaria. Utilizar a la emergencia sanitaria como pretexto y justificación de sus acciones es èticamente reprobable o, para utilizar su propia jerga, lo podría dejar “moralmente derrotado” ante la sociedad mexicana.

No sè cuándo empezó el aislamiento del Presidente Lòpez Obrador de las voces y opiniones que, idealmente, deben fluir a la cabeza del Poder Ejecutivo desde todo el abanico político e ideológico de Mêxico.

No sè en què momento se agudizò su distanciamiento de los actores políticos y las fuerzas sociales que él califica, sin fundamento, como los “adversarios” a su proyecto de nación.

Lo que sì sè es que el Congreso de la Unión y los Senadores de la República han dejado que sea el Ejecutivo el que tome, bajo su particular y exclusivo criterio, las decisiones trascendentales que México necesita para superar la actual crisis sanitaria y económica.

El abandono del liderazgo del Congreso de la Unión frente al avasallamiento presidencial equivale a dar la espalda a la sociedad mexicana, a dejarla a merced de una dirigencia presidencial errática, piramidal y excluyente. Se equipara a una traición al pueblo de México y a sì mismo, al no defender la autonomía del Legislativo.

¿Què quiere hacer el Presidente Lòpez Obrador? ¿Gobernar de espaldas con un Congreso de la Unión que es rehén de la mayoría legislativa de Morena? ¿Imponer a toda costa y por encima de la sociedad mexicana su proyecto de nación? ¿Hacia dónde quiere llevar a Mêxico?

En lugar de Benito Juárez, ¿serà recordado como otro Dìaz Ordaz, el modelo clásico de un Presidente mexicano cerrado, obstinado y paranoico?

Tengo otras preguntas además de los reclamos al Presidente: ¿En dónde está el Poder Legislativo? ¿Por què nos ha abandonado? ¿Còmo ha permitido la mayoría morenista que el Presidente ponga en práctica, bajo el pretexto de la pandemia, el gobierno por decreto?

¿En dónde están los Senadores de la República? ¿Por què han abandonado a los estados que representan? ¿No es a ellos, en lugar del Presidente, a los que deben rendir cuentas de su falta de coraje y arrojo para oponerse a las decisiones presidenciales?

Sobre la pertinencia de las medidas anunciadas en el Decreto podrán expresarse con mejor autoridad los especialistas en administración pública y economía.

A mì, lo que me asombra y hiere como ciudadano es el triste papel del Poder Legislativo en México (prisionero de la política partidista) al no asumir la iniciativa para proponer un plan de reactivación económica surgido de su seno, no de una oficina en Palacio Nacional.

Què sensación de abandono y carencia de liderazgo nos dejan los legisladores a los ciudadanos, no quisieron contener al Presidente y prefirieron enterrar sus cabezas en la arena como una obediente mayoría subordinada.

Pasa ahora la estafeta a la sociedad civil: no hay en Mèxico, hoy, una institución política que la represente dignamente y la defienda ante el desbordamiento del poder presidencial.

Empieza una nueva era, sì, pero de indignaciòn y resistencia pacífica ciudadana: contra la tentación autoritaria, hay que restaurar la institucionalidad perdida a golpes de decretos.


Lo reitero: No importa el color, nombre o ideología del Presidente en turno o del Gobierno dominante del momento, como periodista siempre dirigirè mi crítica a quien abuse del poder y ponga en riesgo a la democracia mexicana. 


jueves, abril 16, 2020

Jacinda y los niños

Jacinda reunida con niños.
Fuente: Google.com

Por Rogelio Rìos Herràn

El mejor mensaje sobre el coronavirus dirigido a los niños se lo escuchè a Jacinda Ardern, Primera Ministra de Nueva Zelanda, al otro lado del mundo.

Con su toque de mamà y gobernante, el lunes 6 de abril Jacinda explicó a los niños neozelandeses que el Conejito de Pascua y el Ratòn de los Dientes se habían ofrecido como voluntarios de salud para ayudar contra el coronavirus.

Por tanto, al ser trabajadores “esenciales”, por esta ocasión no harán sus visitas.
“Como se pueden imaginar”, dijo Jacinda, “esta vez estará potencialmente muy ocupado con su propia familia y con sus conejitos en casa.

 “Les digo a los niños de Nueva Zelanda: si el conejito de Pascua no llega a su hogar, entonces tenemos que entender que, en este momento, es un poco difícil para èl estar en todas partes”.

Desde el 24 de marzo, Jacinda había pedido a los neozelandeses que se quedaran en casa durante un mes para mitigar la transmisión del coronavirus.

Como madre de familia, ella tuvo la empatìa suficiente para darse cuenta de la ansiedad de los niños por salir a jugar y, en el Domingo de Pascua, participar en la búsqueda de los huevos de Pascua.

A nadie más, en todo el mundo, le he escuchado un mensaje tan ingenioso enfocado a los niños. Damos por sentado, quizá, que la información que se difunde para los adultos también será suficiente para ellos.

Me parece una equivocación pensar así. La indiferencia por difundir mensajes específicamente elaborados para niños y jóvenes es generalizada, lo que se dice en noticieros o declaraciones de gobernantes y expertos epidemiólogos no logra entrar en sus mentes y corazones.

No es que niños y jóvenes no entiendan porque sean incapaces de hacerlo, eso aplicarìa sólo a los más pequeños; más bien, es la incapacidad de gobernantes y expertos de hablar para que todos, absolutamente todos, entiendan lo que dicen, la falta de claridad y honestidad es lo que impide establecer el puente de comunicación tan necesario para los niños.

“Los medios de comunicación y la alarma social”, nos dice el portal del Fondo de las Naciones Unidas para la Niñez (UNICEF, por sus siglas en inglés), “a veces precipitan el trabajo de familias y educadores obligándonos a explicar cosas de las que nunca creìamos tener que hablar con los más pequeños.”

“No es el fin del mundo”, nos dicen los expertos de Naciones Unidas, “sólo hay que tener muy claras las prioridades.

Refirèndose en particular a niños y niñas muy pequeños, ellos aun no han adquirido la madurez sufiente para entender algunos aspectos biológicos, sociales y económicos de las enfermedades.

Usar eufemismos como “bichitos invisibles” o decir que la gente enferma está “malita” son imprecisiones que, aunque no contribuyen a su formaciòn científica en esta etapa de sus vidas, son muy importantes para el objetivo en este momento: proteger su bienestar emocional.

“La prioridad en esta etapa debe ser precisamente proteger a niños y niñas de toda aquella información que aún no pueden procesar y que les puede llevar a desarrollar ansiedad y miedos debido a la incertidumbre”, concluyen los especialistas de UNICEF (vea toda la información en www.unicef.org).

En la película “Philadelphia” (1993, dirigida por Jonathan Demme), Denzel Washington protagonizò a un abogado que pedìa a sus clientes lo siguiente: “explícame tu situación como si yo fuera un niño de seis años”.

Periodistas, comunicadores, editores, conductores y columnistas, ahí está su desafío: expliquen con sencillez, franqueza y claridad a los niños y jóvenes, como al abogado de la película.

“Tengo una idea”, agregó Jacinda en su mensaje a los padres neozelandeses.

“Dibujar un huevo de Pascua y colocarlo en una ventana del frente de la casa para ayudar a los niños del vecindario en su búsqueda de los huevos, ya que el Conejo de Pascua no podrá ir a todas partes este año”.

Gracias, Jacinda, por pensar en los niños.





Alfonso Reyes: curiosidades de coleccionista

Alfonso Reyes en su estudio.
Fuente: Google.com


Por Rogelio Rìos Herràn

Llegò recientemente a mis manos un esplèndido librito que recoge observaciones, apuntes y anotaciones de Alfonso Reyes a todo lo que se atravesaba por su mirada: la nación mexicana, su idioma, los escritores, y muchos y muy variados personajes de su tiempo.

Comparto algunos de sus apuntes sobre Mèxico:

“Las fabulosas riquezas de México dormidas, desperdiciadas o exportadas, acaso racionalizadas, bastarìan a todas las necesidades del pueblo y aún darìan para más”.

“Para llegar hasta México no hay más remedio que ir hasta México”.

“Acaso en el fondo del espíritu mexicano, batido por largas amarguras, haya también una ascua viva que ayude a encender otra vez la antorcha americana”.

“Siempre andamos los mexicanos soñando con estas fòrmulas de la rotundez espiritual del equilibrio en cìrculo”.

“Cuando una nación busca su alma, la defensa e ilustración de su lengua, la campaña para purificar y reivindicar su habla, es como una clave simbólica -pero también es una parte consustancial del proceso- hacia la fijación del carácter propio y nativo”.

“Averiguar donde el español se vuelve mexicano es enigma digno de Zenòn, y tan escurridizo en las letras como después lo ha sido a la hora de las reclamaciones diplomáticas. A la memoria incumbe la conservación de las culturas”.

“Se ha dicho que quien ignora la historia patria es un extranjero en su tierra. Puede añadirse que quien ignora el deber patrio es extranjero en la humanidad”.

“El amor patrio no es contrario al sentimiento solidario entre todos los pueblos. Es el campo de acción en que obra nuestro amor a toda la humanidad”.

“México es a la vez mundo de misterio y de claridad: claridad en su naturaleza; misterio en el alma de sus hijos. La luz -cegadora- desnuda, acerca y ofrece los objetos como tentaciones para los ojos. En el fondo tiemblan las montañas, centellea la nieve de los volcanes entre tintes de rosa y plata; en el profundo azul, las serenas águilas se incrustan “como clavos que se hunden lentamente”, según dijo Manuel Josè Othòn, nuestro poeta de los desiertos. No hay niebla, sino nubles de nítidos perfiles y de volúmen casi tangible; y más que medias tintas, el claroscuro que parece una norma de sinceridad y de valientes contrastes. Pero hay contrastes en los corazones, donde la timidez y la violencia parecen alternar en los impulsos de un pueblo que no se ha gastado todavía sus resortes, a pesar de tanto siglo de historia y una densidad de sufrimiento que equivale a otros tantos siglos de jornada terrestre”.

Fuente: “Alfonso Reyes: Curiosidades de Coleccionista”. Selecciòn y compilación de Alberto Enrìquez Correa. México: El Colegio de México, 1ª. edición, 2019, 316 pp). ISBN: 978-607-628-967-9.  

'In God We Trust'

Billete de un dòlar.
Fuente: Google.com


Por Rogelio Rìos Herràn

Aunque el Presidente Donald Trump utilice, como todos sus predecesores, la clásica referencia “God Bless America”, al final de sus discursos o mensajes a la nación, no hay elementos para considerar que tenga sentimientos de Mesìas, ni mucho menos.

Lo percibimos, más bien, como un político sumamente pragmàtico, uno que adapta sus convicciones políticas o religiosas al calor del momento, a la medida del problema que enfrenta o según la audiencia a la que se dirija.

La frase “In God We Trust”, se queda, hasta el momento, en los billetes de dólares norteamericanos y no parece permear o influir las decisiones que se tomen en La Casa Blanca.

Al sur del Rìo Bravo, la situación es distinta. En torno al Presidente Andrès Manuel Lòpez Obrador, se fraguò una alianza política de grupos evangélicos con el Partido Encuentro Social, institución que formó parte de la coalición que puso a AMLO en la Presidencia de México.

Encuentro Social, a pesar de ir asociado con Lòpez Obrador, no logró obtener el mínimo de votos requerido para mantener su registro.
Persiste, sin embargo, su cercanìa a la Presidencia, su acceso a Palacio Nacional y la posibilidad de acceder a medios de difusión electrónica bajo concesiones del Gobierno federal.

Además, la utilización recurrente de citas bíblicas, admoniciones del estilo de los predicadores religiosos y hasta la exhibición pública de escapularios que lleva consigo, convierten a Lòpez Obrador en un político que pone en riesgo la tradición mexicana de separación estricta entre Iglesia y Estado.

La vocación cristiana de AMLO no tendría nada de particular, pues él está en su derecho de creer en la religión que quiera. Salvo que si en su calidad de Presidente de la República la resalta casi casi como política pública -sea medio en broma, no sabemos-, eso lo coloca en un terreno peligroso: ¿con basè en què está tomando sus decisiones presidenciales Lòpez Obrador?

“No sería extraño que veamos cada vez más al Presidente de la República acudir a un discurso religioso que puede ir de lo liberacionista a lo apocalìptico”, escribiò Roberto Blancarte (profesor de El Colegio de México) en una columna reciente en el periódico Milenio en México.

“Pero, aunque esa narrativa es poderosa y suele atraer a mucha gente, en las circunstancias actuales puede ser fácilmente ridiculizada y además tiene que competir con otras maneras de entender lo que está pasando”, concluyò el especialista en sociología de las religiones.

No sè què sea lo menos apropiado para enfrentar el desafío sanitario, económico y social del Coronavirus, si el pragmatismo extremo del Presidente Trump o el mesianismo de Lòpez Obrador.

Buena parte del problema es que ambos son líderes que tienden a concentrar el poder en sus manos y no quieren -o no saben- cómo apoyarse en los mecanismos de la democracia (los contrapesos, el papel del Congreso y la sociedad civil) para construir la mejor estrategia.

No quieren apoyarse en la democracia, sino situarse por encima de ella. Las consultas, las deliberaciones, el intercambio de opiniones y los debates, así como admitir errores, es algo completamente ajeno a ellos.

La gran diferencia entre La Casa Blanca y el Palacio Nacional son los contrapesos, los cuales funcionan todavía bien en Estados Unidos, pero están prácticamente desaparecidos en México.

Por sus dudas y retrasos en reconocer el tamaño de la amenaza del Coronavirus, tanto Trump como Lôpez Obrador enfrentan fuertes cuestionamientos internos.

No dudo en decir que el mayor desafío a sus carreras políticas, la pandemia actual, es lo que definirà la manera en la que serán recordados en la posteridad.

¿Los evocaràn historiadores futuros como dos líderes que fueron capaces de reconocer una amenaza a sus naciones y combatirla pronta y eficientemente?

O, por el contrario, ¿seràn señalados como dos mandatarios obstinados hasta la estulticia e incapaces de reaccionar ante la pandemia?

Estàn en riesgo muchas vidas y mucho daño a las economías de México y Estados Unidos si sus Presidentes no toman las decisiones correctas en el momento oportuno.

Recemos por ellos: “In God We Trust”.


lunes, abril 06, 2020

Viviendo con el enemigo

Escena de violencia familiar.
Fuente: Google.com

Por Rogelio Rìos Herràn

Una de las consecuencias imprevistas de la llegada del coronavirus y del encierro domiciliario que trajo consigo para las mujeres mexicanas fue tener que, literalmente, “convivir con el enemigo”.

Diversas voces dieron la alerta en la sociedad civil desde el comienzo de la epidemia: la violencia familiar se incrementarà al tener que quedarse muchos hombres en casa, ya sea porque trabajan desde ahí o simplemente por estar desempleados o en paro temporal.

No habrá tregua para las mujeres: tendrán que convivir con sus hombres violentos todo el día y todo el tiempo que dure la pandemia.

Hay un factor adicional que complica las cosas. Lo resaltò Nathalie Henderson en una columna reciente para el diario El Sol de Sinaloa: las condiciones de las viviendas en México donde los integrantes de la familia deben permanecer los próximos 30 dìas, las 24 horas, son limitadas.

Del total de viviendas en México, el 41.2% cuenta con dos dormitorios; el 32.1% con un dormitorio; el 20.3% con tres dormitorios y el 6% con cuatro o más dormitorios.

Además, el 24.4% no cuenta con drenaje, es decir, no hay un sistema para disponer de las aguas utilizadas en el excusado, el fregadero y la regadera.

“Esto quiere decir”, escribe Henderson, “que al menos 16 horas al día de las que se destinen para realizar actividades escolares, laborales y domèsticas se deben desarrollar en viviendas con un promedio de 1 a 2 dormitorios para al menos 3 o 4 personas que integran la familia en promedio”.

Durante el tiempo de la cuarentena, “los dormitorios se convierten en oficinas, escuelas, centros de recreación, sitios de descanso, salas de televisión, donde puede haber diversión, enseñanza, entretenimiento, golpes, riñas, discusiones con motivo de la convivencia entre las diferentes actividades que desarrollan las y los integrantes”.

En Nuevo Leòn, Aldo Fasci, Secretario de Seguridad, dijo recientemente que, normalmente, en los meses de calor se incrementan los casos de violencia familiar y delitos sexuales, pero que, debido a la pandemia, ambos fenómenos se están adelantando.

En ese mismo estado, la Fiscalìa Especializada en Feminicidios y el Instituto Estatal de la Mujer reportaron un alza del 35% en delitos contra la mujer.

Tras la convocatoria de las autoridades a la población para que permanezca en casa, el delito de violencia familiar aumentó casi al doble.

“Hoy por responsabilidad sanitaria”, escribe Henderson, “todas estamos en casa, pero para algunas representa el sitio más vulnerable donde se pueden quedar ellas y las menores que las acompañan, donde, lejos de aislarse de la violencia, la tienen que vivir las 24 horas del día durante al menos un mes”.

No por nada consideran en la Organización de las Naciones Unidas que el coronavirus golpea tres veces a las mujeres: por la salud, por la violencia domèstica y por cuidar a los otros.

Dubravka Simonovic, relatora especial de la ONU sobre violencia contra la mujer, lo expresó con toda claridad:

“Para empeorar las cosas, las restricciones de movimiento, las restricciones financieras y la incertidumbre generalizada envalentonan a los perpetradores y les proporcionan poder y controles adicionales”.

Recordemos que 73% de las viviendas en México no cuentan con más de dos dormitorios, los espacios son limitados y la convivencia difícil.

Si bien quedarse en casa es una protección contra el coronavirus, por otra parte, es también un terreno fèrtil para el incremento de la violencia familiar.

Al darse a conocer el 30 de marzo la declaración del estado de emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor en México, muchas mujeres tendrán que padecer la violencia familiar por lo menos hasta el 30 de abril, fecha cuando se revisaràn los avances contra el coronavirus.

Fuera de casa, el virus; dentro de casa, los golpeadores, ¡què dilema!

rogelio.rios60@gmail.com

AMLO: la fatiga del poder

  Por Rogelio Ríos Herrán  Al poco tiempo de empezar las conferencias matutinas (“las mañaneras”) en el arranque del gobierno de López Obra...