jueves, abril 16, 2020

Jacinda y los niños

Jacinda reunida con niños.
Fuente: Google.com

Por Rogelio Rìos Herràn

El mejor mensaje sobre el coronavirus dirigido a los niños se lo escuchè a Jacinda Ardern, Primera Ministra de Nueva Zelanda, al otro lado del mundo.

Con su toque de mamà y gobernante, el lunes 6 de abril Jacinda explicó a los niños neozelandeses que el Conejito de Pascua y el Ratòn de los Dientes se habían ofrecido como voluntarios de salud para ayudar contra el coronavirus.

Por tanto, al ser trabajadores “esenciales”, por esta ocasión no harán sus visitas.
“Como se pueden imaginar”, dijo Jacinda, “esta vez estará potencialmente muy ocupado con su propia familia y con sus conejitos en casa.

 “Les digo a los niños de Nueva Zelanda: si el conejito de Pascua no llega a su hogar, entonces tenemos que entender que, en este momento, es un poco difícil para èl estar en todas partes”.

Desde el 24 de marzo, Jacinda había pedido a los neozelandeses que se quedaran en casa durante un mes para mitigar la transmisión del coronavirus.

Como madre de familia, ella tuvo la empatìa suficiente para darse cuenta de la ansiedad de los niños por salir a jugar y, en el Domingo de Pascua, participar en la búsqueda de los huevos de Pascua.

A nadie más, en todo el mundo, le he escuchado un mensaje tan ingenioso enfocado a los niños. Damos por sentado, quizá, que la información que se difunde para los adultos también será suficiente para ellos.

Me parece una equivocación pensar así. La indiferencia por difundir mensajes específicamente elaborados para niños y jóvenes es generalizada, lo que se dice en noticieros o declaraciones de gobernantes y expertos epidemiólogos no logra entrar en sus mentes y corazones.

No es que niños y jóvenes no entiendan porque sean incapaces de hacerlo, eso aplicarìa sólo a los más pequeños; más bien, es la incapacidad de gobernantes y expertos de hablar para que todos, absolutamente todos, entiendan lo que dicen, la falta de claridad y honestidad es lo que impide establecer el puente de comunicación tan necesario para los niños.

“Los medios de comunicación y la alarma social”, nos dice el portal del Fondo de las Naciones Unidas para la Niñez (UNICEF, por sus siglas en inglés), “a veces precipitan el trabajo de familias y educadores obligándonos a explicar cosas de las que nunca creìamos tener que hablar con los más pequeños.”

“No es el fin del mundo”, nos dicen los expertos de Naciones Unidas, “sólo hay que tener muy claras las prioridades.

Refirèndose en particular a niños y niñas muy pequeños, ellos aun no han adquirido la madurez sufiente para entender algunos aspectos biológicos, sociales y económicos de las enfermedades.

Usar eufemismos como “bichitos invisibles” o decir que la gente enferma está “malita” son imprecisiones que, aunque no contribuyen a su formaciòn científica en esta etapa de sus vidas, son muy importantes para el objetivo en este momento: proteger su bienestar emocional.

“La prioridad en esta etapa debe ser precisamente proteger a niños y niñas de toda aquella información que aún no pueden procesar y que les puede llevar a desarrollar ansiedad y miedos debido a la incertidumbre”, concluyen los especialistas de UNICEF (vea toda la información en www.unicef.org).

En la película “Philadelphia” (1993, dirigida por Jonathan Demme), Denzel Washington protagonizò a un abogado que pedìa a sus clientes lo siguiente: “explícame tu situación como si yo fuera un niño de seis años”.

Periodistas, comunicadores, editores, conductores y columnistas, ahí está su desafío: expliquen con sencillez, franqueza y claridad a los niños y jóvenes, como al abogado de la película.

“Tengo una idea”, agregó Jacinda en su mensaje a los padres neozelandeses.

“Dibujar un huevo de Pascua y colocarlo en una ventana del frente de la casa para ayudar a los niños del vecindario en su búsqueda de los huevos, ya que el Conejo de Pascua no podrá ir a todas partes este año”.

Gracias, Jacinda, por pensar en los niños.





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