lunes, julio 31, 2017

2018: Las falsas promesas

Fuente: Google.com

Por Rogelio Ríos Herrán

Cuando observamos a los candidatos mexicanos en campaña electoral -las más recientes que dejan vislumbrar lo que se viene en 2018-  no puede uno evitar que surjan algunas preguntas: De veras, ¿se puede “garantizar” la seguridad de los ciudadanos como se atreven a decir algunos? ¿Es una responsabilidad exclusiva de los gobiernos proporcionar seguridad a sus gobernados?

¿Se reduce la cuestión de la seguridad al uso de la fuerza (legítima o ilegítima) en contra de los delincuentes?

¿Por qué hemos llegado al punto, por ejemplo, de debatir públicamente en Nuevo León un tema como el de los alcances de la legítima defensa sintiéndonos vulnerables e indefensos ante la delincuencia?

Honestamente hablando, ¿cómo puede un candidato prometer que dará seguridad a la población cuando se trata de un problema sobre el cual un gobernante no controla todas las variables?

Es mejor partir desde una honestidad total, brutal: vivir en un municipio, estado o país seguro es una tarea primordial de la sociedad. Si bien el Gobierno tiene el monopolio del uso de la violencia a través de la fuerza pública, en realidad es solamente una pieza de un mecanismo más complejo: la sociedad, la economía, la educación y cultura cívica, los niveles de participación ciudadana, la movilidad las vialidades y el gran concepto que muchos temen: la percepción de los ciudadanos sobre el trabajo de sus funcionarios.

Incluso en sociedades que consideramos casi perfectas, sofisticadas y avanzadas (pensemos en Finlandia o Noruega, por ejemplo), hay criminalidad y, guardadas las debidas proporciones, hasta un noruego podría sentirse tan inseguro como un nuevoleonés.

El punto sería entonces abordar la seguridad como lo que es: un tema duro, difícil, que requiere una mezcla adecuada de gobierno y sociedad para que se mantenga en niveles razonablemente buenos, aunque siempre expuesta a un derrumbe súbito.

Prometer o garantizar la seguridad o emplear cualquier medio (incluso rayando en lo ilegal) para obtenerla es antes que nada un acto de audacia que buscaría encubrir una deshonestidad de principio. Vaya, ni siquiera por andar en campaña se debe prometer algo así que es equivalente a decir que se puede tapar el sol con un discurso.

Lo que sí se puede decir desde ahora es que al hablar de seguridad se tendrá siempre en mente que al gobierno le corresponde en efecto una tarea fundamental: dar la cara por los ciudadanos ante la delincuencia, impulsar la autoridad legítima para fomentar la convivencia armónica entre los ciudadanos y alentar y abrirse por completo a la participación ciudadana hasta integrar la perspectiva de los ciudadanos en el funcionamiento cotidiano del gobierno.

El gobierno es reflejo de la sociedad, no puede ir más lejos de lo que la sociedad le permite, ¿por qué olvidan eso tan pronto los candidatos en campaña una vez que ganan y se instalan en un puesto de elección popular?

La legitimidad de un gobierno se empieza a construir desde la buena o mala calidad de una campaña electoral, desde el buen o mal nivel de una candidatura y su discurso y propuestas, y desde lo que está dispuesto a prometer un candidato sabiendo desde ese preciso momento que jamás cumplirá sus promesas.

Ni en la política ni en el amor se debe jugar con las falsas promesas: es una apuesta perdida de antemano, y al final se sufre mucho.

rogelio.rios60@gmail.com


sábado, julio 22, 2017

Un Juez para el Juez


Fuente: Google.com

Por Rogelio Ríos Herrán


A invitación de la organización nuevoleonesa PRO Propuesta Ciudadana, asistí el 22 de Julio, junto a representantes de organismos sociales, ciudadanos que iban por su cuenta, abogados y medios de comunicación, a participar en una mesa de debate sobre el tema de si el Juez de Control Miguel Ángel Eufrasio Rodríguez violó o no un amparo al ordenar la medida cautelar de encarcelar en enero pasado al ex Gobernador Rodrigo Medina (quien estuvo internado en el Penal de Topo Chico solamente por unas horas), acto por el cual ha sido vinculado a proceso.

El evento resultó muy interesante porque al contar con la presencia de varios abogados y académicos de excelente nivel, la discusión fue de altos vuelos y arrojó elementos muy útiles de comprensión para los no abogados (entre los que me contaba) sobre las repercusiones de lo discutido.

Primero que nada, hubo consenso general en que el caso del Juez Rodríguez tiene relevancia nacional, no se reduce solamente al ámbito de Nuevo León. Su resolución enviará un mensaje poderoso al resto del país sobre los riesgos y presiones a los que se someten los jueces que deben resolver sobre casos de posible corrupción de ex Gobernadores o funcionarios de gran peso político, es decir, de juzgadores que se enfrentan directamente a los poderes establecidos.

En el contexto de gran descomposición social y política en que vive México, los ciudadanos ven con ansiedad el riesgo de que casos como el del Juez Rodríguez -y en general el combate a la corrupción- se estrellen en esa barrera de intereses políticos y económicos creados entre los poderes de la Unión que impide llamar a cuentas a los funcionarios corruptos y permite que persista la impunidad.

Varias interrogantes estuvieron sobre la mesa: ¿Son libres los jueces para ejercer a plenitud sus facultades o se encuentran restringidos por el poder político? ¿Puede un juez aplicar la ley sin importar los apellidos de los acusados o hay límites que no debe rebasar? ¿Tenemos a los mejores y más aptos jueces y magistrados en funciones o hay muchos nombramientos que no se hacen por méritos, sino por palancas?

Las cuestiones legales en torno al caso del Juez Rodríguez son muy complejas y técnicas para el ciudadano de la calle. La opinión pública merece por tanto que le sean explicados los pormenores del caso de una manera clara, accesible y concisa, a fin de disponer del mayor número posible de elementos para una mejor comprensión de lo que está en juego.

Es necesario además que las inquietudes presentadas en el foro se transformen en propuestas concretas (por ejemplo, sobre reformas a determinados artículos de la ley de amparo o sobre la selección más rigurosa de jueces y magistrados) que puedan ser impulsadas en Nuevo León mediante su presentación o seguimiento en el Congreso del Estado a las iniciativas ya presentadas, según comentó la moderadora Verónica Sada, de PRO.

En conclusión, los miembros de Propuesta Ciudadana y las personas y organizaciones convocadas concordaron en que el proceso al Juez Rodríguez debe realizarse conforme a derecho y con respeto total al debido proceso, sin consideraciones políticas ni criterios ajenos a lo estrictamente legal.

Para los ciudadanos es fundamental que se deslinde la probable responsabilidad del Juez Rodríguez y se le sancione o que se concluya que su actuación fue la correcta y no incurrió en delito y se le exonere, pero sin la menor sospecha de que su caso esté sujeto a consideraciones extralegales. Es decir, que haya un buen Juez para el Juez Rodríguez.

La lucha contra la corrupción en Nuevo León y en todo México pende de un hilo en este momento histórico en que el Juez Rodríguez está vinculado a proceso y la ciudadanía estará al pendiente de que en su caso y en los que se presenten de ahora en adelante, se respete la justicia (sin apellidos) al aplicar el derecho.

rogelio.rios60@gmail.com

sábado, julio 15, 2017

‘¿Qué ciudad queremos tener?’

Vista panorámica de San Pedro Garza García, N.L.
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Por ROGELIO RÍOS HERRÁN

Así abrió, con la pregunta que da título a este artículo, la arquitecta Nora Toscano su participación de hoy 15 de Julio en el Foro Desarrollo Ordenado y Movilidad: Respuestas para San Pedro, organizado por Yo Participo y moderado por Rebeca Clouthier. Agregó otra interrogante: “¿Qué estamos dispuestos a hacer?”

Ambas preguntas son relevantes para la reflexión de los sampetrinos y de quienes habitan el área metropolitana de Monterrey. En ellas va implícito tanto el deseo de mejorar el nivel de vida de nuestros municipios como la imperiosa necesidad de hacer algo, involucrarse y participar como ciudadanos y residentes en las tareas de gobierno y en la práctica de una convivencia armoniosa y civilizada entre vecinos.

Toscano señaló al respecto que la coordinación entre municipios casi se ha extinguido, lo cual va en detrimento de una planeación que considere a la zona metropolitana en su conjunto. En lugar de eso, cada municipio planea y ejecuta sobre movilidad y urbanismo a como Dios le da a entender.

Y remató diciendo que no hay suficiente involucramiento ciudadano en la planeación urbana, lo cual echa a perder cualquier buen proyecto o política pública.

Otros panelistas acabaron por dibujar el panorama: San Pedro “se creyó centro metropolitano” y está pagando el precio por ello, afirmó Gabriel Todd (director de IMPLANc Monterrey) enfrentando problemas de vialidad y crecimiento.

Advirtió el urbanista Juan Ignacio Barragán sobre los riesgos de construir en zonas ecológicamente preservadas y sobre el uso de suelo mixto obligatorio que viene incluido en la nueva ley sobre desarrollo urbano que se discute en Nuevo León.

El Diputado local nuevoleonés Hernán Salinas, por su parte, expresó que la discusión sobre la nueva ley sigue abierta y que no se aprobaría al vapor, sino hasta que se considere suficientemente discutida y “tropicalizada” para Nuevo León. 

Además, se pronunció a favor de recuperar las facultades en desarrollo urbano para los municipios.

Fue muy interesante escuchar a todos ellos y a las agudas y críticas preguntas de los concurrentes. Las cuestiones del desarrollo urbano y las políticas municipales ya no las pasarán por alto los vecinos sampetrinos sin antes opinar y luchar a favor o en contra de ellas.

San Pedro, lo sabemos todos, ocupa un lugar especial en Nuevo León, pues su perfil urbano es quizá el mejor territorio para aplicar modelos de políticas públicas en cuestiones de movilidad y urbanismo. Si esas políticas funcionan y dan buenos resultados en ese municipio, seguramente lo harán en otros más.

Al final del día, San Pedro forma parte de una zona metropolitana que rebasa los 4 millones de habitantes. Si en ese municipio logran desechar la “mentalidad del siglo pasado” (como la llamó Gabriel Todd) y proponer alternativas viables y con costos razonables a la vialidad y al crecimiento urbano, pues seguramente servirán de referencia para Monterrey, Escobedo, San Nicolás, etcétera.

Pero para avanzar en esa dirección hay que hacer algo que siempre resulta complicado: que el gobierno escuche a los ciudadanos, que los ciudadanos le hablen a su gobierno. Sin ese diálogo difícil y rasposo, como lo es la mayoría de las veces, no habrá una buena respuesta ciudadana a ninguna política pública.

Tal vez los sampetrinos no se den cuenta cabal de ello, pero con su interés en aprovechar cada foro disponible para expresar sus críticas y puntos de vista sobre lo que sucede en su propio municipio, le dan un gran ejemplo al resto de los habitantes de la zona metropolitana: y en Monterrey, ¿para cuándo se logrará este nivel de debate y de intercambio entre funcionarios, expertos y ciudadanos? ¿Acaso no hace falta algo así en San Nicolás o Apodaca?

Claro que hace falta, tanta falta como grandes son los problemas de vialidad en avenidas como Vasconcelos, Calzada del Valle, Miguel Alemán, Churubusco, Morones Prieto, Constitución y la Carretera Nacional, saturadas a más no poder. Nada más salga usted un fin de semana a recorrer la inmensidad de nuestra zona metropolitana para descubrir colonias y calles que no conocía, para que sus ojos perciban de primera mano el crecimiento acelerado y casi siempre desordenado de nuestra metrópoli.

Túnel de la Loma Larga, Monterrey, N.L.
Fuente: Google.com
Por eso son cruciales todos los foros posibles para discutir las cuestiones del desarrollo urbano. La Plataforma Urbana Monterrey, que agrupa a varios organismos de la sociedad civil, ya está dando por su parte la batalla porque el punto de vista y los intereses ciudadanos se vean debidamente reflejados en la ley de desarrollo urbano que se discute para todos los nuevoleoneses.

No por nada pidió Óscar Bulnes, en una intervención como asistente al Foro que fue muy aplaudida entre los presentes, que en la planeación urbana se incluyera sobre todo a expertos en esa materia difícil, que todos los involucrados en los gobiernos persiguieran el interés público, no el privado, y que se combatiera la corrupción imperante en esa área.

Son buenas observaciones las que escuché en el Foro y las que he registrado en las conferencias a las que convoca la Plataforma Urbana Monterrey. Todo suma. No dejemos solas a nuestras organizaciones ciudadanas en esta batalla, es nuestra participación ciudadana la que las hace fuertes: que hablen con firmeza por nosotros, en San Pedro o en Monterrey.

Todo sea por vivir y convivir mejor.

rogelio.rios60@gmail.com


sábado, julio 08, 2017

NUEVOS CAMINOS: FRANCIA

Airbus en pleno vuelo.
Fuente: Google.com

Por Rogelio Ríos Herrán

En la noche del 6 de Julio, un día antes del inicio de la reunión del G20 en Hamburgo, se reunieron en París los Presidentes de México y Francia (Enrique Peña Nieto y Emmanuel Macron) en una cena y reunión de trabajo para, entre otras cosas, darle un nuevo impulso a la relación franco-mexicana.

El evento me resulta interesante porque más allá de las formalidades diplomáticas, se reafirma que para México hay otros caminos que no miran obsesivamente hacia el Norte de su frontera, sino hacia Europa: los lazos económicos y culturales con Francia solamente están esperando a ser impulsados a nuevos niveles.

El recién inaugurado Presidente francés Macron, un personaje por sí mismo, ya conocía la relación México desde su anterior puesto en el gabinete de Hollande al frente del Ministerio de Economía, Industria y Nuevas Tecnologías, así que el contexto de la relación bilateral le es familiar.

Al acordar Macron y Peña Nieto “relanzar” el Consejo Estratégico Franco Mexicano (establecido entre Peña Nieto y Francois Hollande en 2013) como el instrumento ideal para el incremento de los intercambios económicos y culturales, ambos mandatarios dieron muestras de sensatez para superar los recientes roces diplomáticos entre México y París en torno al caso de una ciudadana francesa (Florence Cassez) acusada de complicidad en un secuestro en nuestro país, la cual fue finalmente liberada y devuelta a suelo francés.

El Consejo está integrado no sólo por funcionarios y destacados artistas, sino por empresarios mexicanos y franceses que han logrado fincar áreas de acuerdo para su cooperación: desde exposiciones culturales mexicanas en la capital francesa hasta la implementación de vuelos diarios del Airbus A380 entre México y París.

Recordemos que unas 3 mil 700 empresas francesas exportan a México y 550 compañías francesas están establecidas en nuestro país dando empleo a 110 mil personas y con inversiones directas de 2 mil 200 millones de euros, según cifras del 2015. Los franceses están interesados en promover inversiones en el sector aeronáutico y mantener su presencia en el sector automotriz mexicano.

Por Francia participan en el Consejo, entre otros, Frank Riboud (Danone), Christophe Navarre (Grupo Möet Hennesy), Henri Lacmann (Schneider Electric) y el escritor Regis Debray.

Por México, algunas figuras son Armando Garza Sada (Alfa), Emilio Azcárraga Jean (Televisa), Miguel Alemán Velasco (Interjet), Eduardo Tricio Haro (Aeroméxico y Grupo Lala), Salma Hayek (actriz) y Alberto Ruy Sánchez Lacy (Artes de México).

Si agregamos las coincidencias manifestadas entre las posturas de México y Francia en torno al apoyo al libre comercio, al impulso a una migración internacional ordenada y al combate al cambio climático que fueron reafirmadas en la declaración final de la reunión del G20 concluida el 8 de Julio y una actitud francesa amigable hacia México, el escenario no podría ser más favorable hoy para encauzar definitivamente la relación bilateral a nuevos y más elevados niveles.

La historia está a favor de esa tendencia, los lazos culturales y sociales entre mexicanos y franceses son añejos y profundos, el intercambio turístico es intenso, y París sigue siendo una ciudad de ensueño para muchos mexicanos, ¿qué estamos esperando?

rogelio.rios60@gmail.com




martes, julio 04, 2017

2017: ‘To look for América’


Fuente: Google.com

Por ROGELIO RÍOS HERRÁN

Si en algo ha servido la llegada del siglo 21 ha sido que, entre otras cosas, puso bajo una perspectiva real un fenómeno que en décadas anteriores no hubiéramos podido identificar tan claramente: la debilidad de los superpoderes, la fragilidad del poderío de las grandes potencias y la vulnerabilidad de las sociedades de los países del primer mundo. Es decir, ni tan súper ni tan potencias.

Más allá de los clichés sobre Estados Unidos (la superpotencia militar por excelencia, la economía más avanzada del mundo, su proclamación de ser un país excepcional elegido por Dios para liderar la lucha por la libertad en la Tierra), vemos ahora a una sociedad estadounidense ampliamente diversificada y poco cohesionada socialmente, por no decir en desintegración, que vive temerosa por la economía y las amenazas (imaginarias o reales) a su seguridad. Los gringos tienen miedo y ya no lo ocultan, sino que construyen abiertamente su vida pública alrededor del temor, no de la paz.

Hoy 4 de Julio que festejan los norteamericanos el aniversario de la Declaración de Independencia de 1776 en Filadelfia (sí, la de “Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales…”), manifiesto mi admiración por la gente de esa gran nación a la vez que los veo con los ojos de un observador a la distancia: vulnerables, atemorizados, azotados por una epidemia de consumo de drogas, atrapados en un ciclo de aislamiento de su país, de rechazo al mundo exterior, y profundamente divididos por múltiples razones.

Fuente: Google.com
Parece que los días de unidad americana se circunscriben ahora a los “holidays” como el de hoy, en torno a las “barbecues” que les darán unas horas de respiro y de ilusión de reunión familiar y reconciliación para volver, el 5 de Julio, al “business as usual” de su dura realidad.

“¿Será posible”, se pregunta la analista política Susan George, “volver a una cultura y una política estadounidenses más generosas, aunque sin duda menos inocentes, o serán permanentes los cambios que han traído aparejados cincuenta años de fabricación e imposición de una ideología neoliberal laica y religiosa?... Hoy las ganadores se llevan todo, los perdedores nada.” (En su obra “El Pensamiento Secuestrado: Cómo la derecha laica y la religiosa se han apoderado de Estados Unidos”, Público: 2009, p. 317).

¿Será posible, me pregunto yo, volver esa cara de la sociedad estadounidense que nos parece más cercana, la de su gente amigable y solidaria con los que sufren pobreza o viven una tragedia, con los que defienden los derechos y las libertades civiles con fiereza desde sus trincheras? ¿Con la que cantábamos, junto con Simon & Garfunkel, “I’ve come to look for America”?

Curiosamente, veo ahora a norteamericanos de carne y hueso –no a su élite de gobernantes y millonarios- y los siento cercanos en sus sufrimientos y los acompaño en sus esperanzas y optimismo. Con ellos, a pesar de sus diferencias, me puedo conectar, sentir empatía, tomar una cerveza y discutir y comentar largamente sobre su país y el mundo, pero sobre todo, sentirlos como unos de nosotros, del resto del mundo del cual artificialmente fueron separados por razones políticas.

No, no están solos los estadounidenses en este aterrador siglo 21, lo único que necesitan es extender su mano, ¿será eso tan difícil?

¡Feliz 4 de Julio!

rogelio.rios60@gmail.com


Una visita a CDMX

Por Rogelio Ríos Herrán  Todo estaba planeado para pasar Paty y yo un domingo perfecto el 21 de abril en una visita de pisa y corre, de viaj...