jueves, octubre 16, 2008

EL HUMMERÓMETRO



Por Rogelio Ríos Herrán
Que nos perdonen los señores de Transparencia Internacional y su sofisticado Índice de Percepción de la Corrupción (una herramienta estadística sumamente útil para medir la venialidad pública), pero los mexicanos ya tenemos una escala más sencilla y contundente: el Hummerómetro.


El método es muy simple: toma usted un estimado del valor del Hummer H3 a un promedio de 500 mil pesos, agarra lápiz y papel o una calculadora, y se pone a convertir de pesos a valor en Hummers cada ocurrencia de nuestros gobernantes y sindicalistas, de menor a mayor, pues el Hummerómetro así construido tiene aplicación en la vida pública de nuestra sociedad y allende las fronteras, ya lo verá usted.


¿Que Elba Esther Gordillo, inventora honoraria del Hummerómetro, quiere ayudar a la transportación de los líderes de secciones sindicales? Pues ahí van 59 Hummers para aliviar sus fatigas.


¿Que el PAN también tuvo sus desaciertos en el 2006 y fue multado con 38 millones de pesos por la intervención directa del Presidente Vicente Fox a favor del candidato Felipe Calderón? Pues al que ya manejaba Fox en su rancho, con esos recursos bien le pudo haber agregado otros 76 todoterrenos.


¿Que el PRD fue multado con 57 millones de pesos por acciones del 2006 que fueron desde el plantón en Reforma, en la Ciudad de México, hasta la toma de la tribuna del Congreso de la Unión? Fácil, apenas unos 114 Hummers, con los cuales hubieran hecho los perredistas una protesta móvil -un performance- mucho más vistosa por Paseo de la Reforma y con menos molestias para la gente.


¿Que la Biblioteca José Vasconcelos no está abierta al público por las fallas en su construcción a un costo de mil 300 millones de pesos? Pues imagine ver pasar frente a su casa los 2 mil 600 Hummers que se comprarían con ese dinero.


El gasto programado en imagen y difusión de la Presidencia de la República para el 2009, mil 553 millones de pesos: 3 mil 106 Hummers y un Chevy de pilón.


¿Que la Secretaría de Educación Pública no pudo implementar la famosa Enciclomedia y tuvo que pagar mil 654 millones de pesos en indemnizaciones a las empresas proveedoras? Pues convierta esa cantidad y tendrá ¡3 mil 308 Hummers a la puerta! Para los cuales habría que rentar la Macroplaza regiomontana como estacionamiento.


El costo de las elecciones federales de 2009 incluyendo los gastos de los partidos y sus burocracias: 12 mil 800 millones de pesos, para lo cual tendrían que salir de la armadora ¡25 mil 600 H3!, de los cuales, si mejor fueran repartidos entre los 32 estados de la República, tocaría a 800 por entidad, por supuesto, para ser rifados entre los ciudadanos con credencial de elector.


Finalmente, la escala del Hummerómetro alcanza proporciones cósmicas cuando la aplicamos en Estados Unidos: rescatar a los pobrecitos banqueros de Wall Street que perdieron sus apuestas en la economía de casino, 700 mil millones de dólares, equivale a llenar el desierto de Mojave con ¡14 millones de Hummers! de a 50 mil dólares, los cuales, de haber tenido el Congreso estadounidense un poco más de sentido común, hubieran podido servir de hogar, por su amplitud y comodidad, a las personas que perdieron sus casas y que ahora viven en sus carros.


Muy divertido es armar un Hummerómetro si no fuera porque, al igual que lo hace Transparencia Internacional, lo que medimos es la corrupción e incompetencia de los gobiernos de todos niveles y colores políticos que apuestan con dinero ajeno "nuestro dinero" en la política de casino.


Al final, una vez hechas las apuestas, nunca veremos a un político pobre ni a un banquero en la calle.


El Hummer colma las ansias de fetichismo de sindicalistas y políticos mexicanos. El Índice de Percepción de la Corrupción (con México en un sólido lugar 72 en 2008) y este modesto Hummerómetro miden su incapacidad y codicia, pero ¿ya hemos visto todo en la política mexicana o habrá más sorpresas?


Publicado en EL NORTE

16 de Octubre de 2008.

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