lunes, julio 06, 2020

El protagonismo de El Bronco

Gobernador Jaime Rodríguez

Por Cristina Reyes
Colaboradora Invitada
Ahora que regresaron las restricciones de movilidad y se tomaron medidas autoritarias para dizque poner orden por la pandemia en Nuevo León, como ciudadana me puse a analizar que nuestra entidad, desde hace rato, ha perdido el rumbo.
Hace 5 años, una gran mayoría de nuevoleoneses depositaron sus esperanzas en las urnas al darle su voto a Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien se convirtió en el primer Gobernador nuevoleonés en llegar al cargo por la vía independiente.
Pero, al poco tiempo y sin muchos resultados en su Gobierno, se postuló como candidato independiente a la Presidencia de la República, concentrándose en su campaña y en lucirse ante los reflectores con el famoso dicho “para mocharle la mano” a quien robe, refiriéndose al combate a la corrupción y haciendo propuestas para mejorar la inseguridad, cosa que ha olvidado en su propio estado, pues las estadísticas reflejan que desde sus primeros dos años de Gobierno la inseguridad aumentó.
Independientemente de tantos temas que se podrían tocar, al Gobernador “le cayó como anillo” al dedo la pandemia, pues sería una oportunidad de reponer un poco la confianza de los ciudadanos después de sus desaciertos.
No tardó en adelantarse para ser de los primeros en poner en cuarentena a la entidad y lucirse, cosa que presumió en todos los medios de comunicación e incluso tuvo varias reuniones en plena pandemia con gobernadores de otros estados para buscar la “independencia de la Federación”, como si otros temas no fueran importantes.
Así como adelantó el encierro, el Gobernador precipitó la reactivación de la economía, lo que evidentemente es necesario, pero “El Bronco” lo hizo a su modo y con su “propio semáforo” de no sé cuántos colores, como lo anunció en mayo, sin importarle las indicaciones del Gobierno federal, sin tener un plan paulatino para la reapertura de actividades.
Ahora los contagios se han multiplicado en Nuevo León, por lo que desde el pasado 3 de julio El Bronco nos hace retornar a un “toque de queda disfrazado”, por así decirlo.
Después de un confinamiento de casi tres meses, se abrieron hace dos semanas negocios en sectores esenciales como construcción y automotriz, además de restaurantes, comercios, cervecerías y ahora se pretende frenar en seco; no es congruente, ni será eficaz.
Y, aunque la pandemia es un hecho del que no se puede culpar a nadie, el manejo ineficaz a nivel estatal es tan evidente que se han tenido que sacar de la manga medidas tan incongruentes como recortar los horarios del transporte público semanas atrás, sin importar la seguridad de los usuarios al exponerlos a aglomeraciones en los ya de por sí ineficientes transporte público y Metro.
Lo anterior, aunado a reabrir anticipadamente la economía sin una estrategia bien planeada, pero ahora que se disparan los casos de Covid 19, lo más fácil es echarle la culpa a la población.
Pese a las amenazas de multas y restricciones del pasado fin de semana, los ciudadanos no se detuvieron. Está de más decir que debemos ser responsables y hacernos a la idea de que por hoy -y por un buen tiempo-, aunque podamos salir, ya no existirá una normalidad como la de antes, los extremos no funcionan; ni el encierro total, ni la libertad de movilidad de antes, pues la pandemia es impredecible y es casi imposible detener su curso.
Así las cosas, el Gobierno de El Bronco sabrá si concluye de una forma más digna lo queda de su sexenio con una estrategia mejor planeada y consultada para controlarla; o prefiere seguir en el protagonismo para que la ciudadanía nuevoleonesa se olvide por completo de él y de los candidatos independientes.
La autora es comunicóloga, editora, correctora de estilo y una ciudadana preocupada por México.

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