Con rigor analítico, destreza periodística y una buena dosis de involucramiento emocional, Cherem entrega una aportación excepcional para librar la guerra cultural que se vive hoy en el mundo: desmantelar el aparato propagandístico del terrorismo islámico y sus organizaciones Hamás y Hezbolá en sus partes esenciales para exhibir su falsedad y discurso de odio
Por Rogelio Ríos Herrán
Una de las mejores defensas de la cultura y los valores de Occidente, es decir, de la tradición cultural griega y judeocristiana de la cual los mexicanos somos parte, la encontré en el libro reciente de Silvia Cherem, Por nuestros valores (antes de que sea demasiado tarde), dirigido a combatir la narrativa del sector islámico extremista que culpa a Israel por el conflicto actual en Medio Oriente.
Con rigor analítico, destreza periodística y una buena dosis de involucramiento emocional, Cherem entrega una aportación excepcional para librar la guerra cultural que se vive hoy en el mundo: desmantelar el aparato propagandístico del terrorismo islámico y sus organizaciones Hamás y Hezbolá en sus partes esenciales para exhibir su falsedad y discurso de odio dirigido a la aniquilación del Estado y la nación de Israel.
“Claves para entender el Medio Oriente y el oscurantismo que se avecina en Occidente”, es el subtítulo del libro en donde manifiesta su propósito como autora.
En una nuez, las razones de Cherem son claras:
El extremismo religioso islámico es, sin duda, la mayor amenaza de Occidente, un foco rojo para la humanidad por su intolerancia y violencia, porque justifica su verdad mediante actos de terror.
Educa para matar, adoctrina, miente y manipula.
Por miedo al terrorismo islámico se le excusa y tolera en las sociedades occidentales.
Parte de la izquierda lo abraza y se deja llevar por lo que se dice, por el odio que se cultiva.
Nutrido por el dinero del petróleo, despeja el camino a un oscurantismo que podría ser nuestra condena.
Una pregunta que me hago desde el 7 de octubre de 2023 es la siguiente: ¿Cómo es posible que Israel, la nación agredida con una violencia extrema e inhumana por parte de los terroristas de Hamás, aparezca hoy a los ojos del mundo como la nación agresora de los palestinos?
No he dejado de cuestionar en qué momento, casi desde el principio, la narrativa del 7 de octubre pasó del fanatismo ultraviolento de los agresores palestinos (los verdugos) a postularse como las víctimas del “sionismo” y del Estado judío.
Las razones de ese giro inesperado en el que los agresores se transforman en víctimas las encontré en el libro de Silvia Cherem, en el cual no deja de mencionar que su defensa de Israel como nación agredida por el terrorismo palestino no es necesariamente una defensa del gobierno de Benjamín Netanyahu.
A partir del 7 de octubre, por increíble que parezca, se cruzó el discurso terrorista palestino de odio hacia Isarel con el antisemitismo latente en el mundo, nos advierte Cherem, para dar el giro del evento en el que fueron masacradas cientos de personas, desde bebés hasta ancianos, hubo violencia sexual deliberada contra cientos de mujeres y los terroristas palestinos tomaron rehenes, de un ataque inhumano a un “acto de resistencia palestino” justificado sobre reclamos históricos.
Amplios segmentos sociales en los países occidentales han sido capturados, narrativamente hablando, por el discurso propagandístico de Hamás, una organización terrorista, como el defensor legítimo de los palestinos en Gaza, cuyos métodos no deben ser cuestionados.
La postura de Silvia es de valentía en su discurso y rigor en su trabajo periodístico que convierte su libro, “Por nuestras libertades”, en un documento de lectura indispensable en el polarizado ambiente político mexicano que, en lo que respecta a Gaza, está copado casi por completo por la perspectiva distorsionada de Hamás.
Muchos amigos, familiares y conocidos míos está horrorizados por las imágenes que muestran las ciudades de la Franja de Gaza devastadas por las represalias militares del gobierno de Netanyahu, pero se olvidaron por completo del tamaño de la matanza cruel de judíos y no judíos, de personas de muchas nacionalidades (un mexicano no judío inluído) ejecutada con sevicia el 7 de octubre en territorio isarelí.
El desbalance informativo es palpable en México. Nadie cuestiona que desde 2005, el año en que Israel se retiró por completo de Gaza, Hamás asumió el poder por medios violentos, manipulando las elecciones y desplazando por la fuerza a la Autoridad Palestina de ese territorio.
Desde entonces, la organización terrorista Hamás no ha proveído a los palestinos, sino al contrario, utilizó los recursos provenientes de Irán, Qatar y la ONU para construir su red de túneles debajo de construcciones civiles, armar su fuerza paramilitar y planear el día de su ataque masivo a Israel.
En Gaza, controlada por Hamás, los habitantes palestinos fueron sometidos a un gobierno de mano dura, de ley islámica extrema, de encarcelamiento y persecución de cualquier tipo de disidencia ciudadana o crítica de los medios de comunicación y, en fin, perdieron sus libertades civiles.
“A Hamás”, nos dice Cherem, “ni en letras pequeñas le interesa la paz para dos pueblos, lo quieren todo, inclusive que el yihadismo triunfe en Occidente. Imponer la sharía como único código de conducta en nuestras naciones libres, que su ley islámica rija la moral, el culto y todos los aspectos de la vida cotidiana en nuestras familias y en nuestra vida social. Esto ya sucedió antes en la historia, podemos volver al medioevo en pleno siglo 21”.
Los terroristas palestinos de Hamás no han tenido escrúpulo alguno al utilizar a su pueblo, los palestinos de Gaza, como escudos humanos. Los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por ellos no deben quedar impunes.
Por parte de Netanyahu, la hora llegará, en un cambio futuro de gobierno en Israel, la única nación democrática en el Medio Oriente, en que sea llamado a rendir cuentas de su brutal represalia militar en Gaza, de eso no escapará.
Concuerdo con Silvia cuando dice que “somos muchos más quienes amamos la vida y creemos en el derecho de existir de todos los individuos, con igualdades y prosperidad. Porque somos muchos quienes quisiéramos ver a Israel y Palestina conviviendo en paz, con reconocimiento mutuo y deseos de cooperación. Sueño con tener líderes sensatos que guíen a ambos pueblos a venerar la vida; a crecer con bienestar, sentido de progreso, compasión y amor al prójimo. Lo merecen. Lo merecemos todos”.
El libro de Silvia Cherem tiene gran valor periodístico para entender que la guerra actual en Medio Oriente no se libra solamente en un campo de batalla en Gaza, sino en los medios de comunicación, en las batallas culturales de los países de Occidente y, tristemente, se alimenta del antisemitismo latente en el mundo entero.
Recomiendo ampliamente su lectura.
@Rios60H
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
Silvia Cherem. POR NUESTRAS LIBERTADES (ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE). Claves para entender el Medio Oriente y el oscurantismo que se avecina en Occidente. México: Penguin Random House Grupo Editorial, serie Aguilar, primera edición, 2024.
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