domingo, diciembre 17, 2023

La COP28 no ‘prendió’ en México

 


Por Rogelio Ríos Herrán


Ni en el discurso político nacional ni en la cobertura de los medios de comunicación mexicanos tuvo un lugar preponderante el desarrollo y la conclusión de la COP28 (la Conferencia de las Partes por el Cambio Climático de la ONU), celebrada en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) entre el 30 de noviembre y el 13 de diciembre, sus deliberaciones y, al final, los acuerdos logrados en el documento final.

La representación mexicana en Dubai fue de bajo nivel, pues al presidente de México no le interesa el tema ambiental. Los titulares del evento fueron escasos en los medios de comunicación mexicanos, las notas se fueron, si acaso, a las secciones interiores, lejos de los “headlines”, como si lo negociado en Dubai no tuviera repercusiones en México.

El acuerdo principal fue, entre otros, la mención explícita de que las partes se comprometen a reconocer como objetivo para el año 2050 lograr una transición “justa, gradual y equitativa” hacia las energías renovables y apartándose de las “energías fósiles”.

Para el año 2030, se pidió a las 198 partes comprometerse en objetivos específicos: Triplicar la energía renovable disponible en el mundo, abatir las emisiones de metano e impulsar los mecanismos de captura de dióxido de carbono.

Durante los próximos dos años, las naciones participantes (incluida México) deberán presentar un plan formal y detallado sobre las políticas y acciones que tomarán para disminuir las emisiones de carbono para el año 2035.

Además, la COP28 “expresa una seria preocupación de que 2023 está destinado a ser el año más cálido registrado y que los impactos del cambio climático se están acelerando rápidamente, y se enfatiza la necesidad de una acción y apoyo urgentes para mantener el objetivo de 1.5 grados Centígrados al alcance y para abordar la crisis climática en esta década crítica” (Draft Revision CMA.5/ Revised Advance Version).

En una acción que demostró la indiferencia del presidente López Obrador sobre el tema del cambio climático, el día 15 de diciembre inauguró el primer tramo del Tren Maya, un proyecto de ferrocarril turístico que recorrerá la zona de la Riviera Maya y otras partes de la Península de Yucatán y que ha sido señalado críticamente por su profundo impacto dañino ecológico en el Sureste de México.

Qué desafortunada coincidencia en el tiempo que el Tren Maya sea inaugurado un par de días después del término de la COP28 en Dubai. Al dañar severamente los ecosistemas, los acuíferos y la biodiversidad de la Península de Yucatán, la señal que envía el presidente López Obrador al exterior es su falta de compromiso en la lucha contra el cambio climático: no cuenten con mi gobierno, parece decirle al resto del mundo.

El biólogo Roberto Rojo (de la organización “Sélvame del Tren”) declaró recientemente en Aristegui Noticias que “calculamos que se asesinaron más de 10 millones de árboles en una de las selvas más saludables que nos quedan en México” (nota “Tren Maya ha derribado más de 10 millones de árboles: ambientalistas”, 16/10/2023).

La postura pública del CEMDA (Centro Mexicano de Derecho Ambiental) emitida el 9 de diciembre sobre las políticas ambientales del gobierno de López Obrador es muy clara: “para las organizaciones que hemos seguido desde hace años las negociaciones internacionales para lograr controlar el calentamiento global, es evidente que durante esta administración México ha optado por mantener un perfil más bajo, el cual se debe, en gran medida, a que las decisiones dentro del país siguen priorizando el desarrollo a partir del uso del petróleo y el gas fósil como combustibles prioritarios”. (ver nota en México, con pocos resultados que mostrar en la COP 28 - CEMDA).  a

En este contexto, el gobierno mexicano muestra al resto del mundo que suscribe en el discurso el Acuerdo de París y la lucha para mitigar los efectos del cambio climático; en los hechos, sin embargo, no cumple con los objetivos de disminución de emisiones de carbono, sigue impulsando las energías fósiles y promueve proyectos altamente dañinos al medio ambiente como el Tren Maya.

Las decisiones que se tomen ahora en México con relación al cambio climático tendrán impacto profundo para el año 2050 y las generaciones de nuestros hijos y nietos. La falta de compromiso del gobierno de López Obrador con el Acuerdo de París y su impulso a proyectos como el Tren Maya, nos daña hoy como país y le valdrá ser recordado por futuras generaciones de mexicanos como “el presidente ecocida”.

Rogelio.rios60@gmail.com

 

 

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