martes, abril 25, 2023

La salud de AMLO: crisis de comunicación


Por Rogelio Ríos Herrán

 

Dos días después del colapso de la salud del presidente López Obrador en Mérida, Yucatán, el domingo 23 de abril, finalmente una autoridad médica del gobierno federal dio el primer reporte técnico sobre el estado de AMLO en la conferencia de prensa matutina del martes 25 de abril.

 

En el intermedio, el director de comunicación social de la presidencia, Jesús Ramírez, dio información incorrecta a la opinión pública el domingo 23, al negar no sólo la interrupción de la gira de trabajo presidencial, sino incluso que estuviera enfermo el presidente. Lo desmintió un mensaje por Twitter desde la cuenta oficial de Ejecutivo federal confirmando el contagio de covid y la interrupción del viaje.

 

No paró ahí la cosa. El lunes 24 de abril, Adán Augusto López, secretario de Gobernación y el posible sustituto de López Obrador en caso de su incapacidad permanente para retomar el cargo, durante la conferencia matutina dio un informe escaso de contenido y carente de utilidad sobre la salud del presidente.

 

“No soy médico”, dijo el funcionario y en eso se escudó para no sólo suministrar información escasa, sino dirigirse de manera hostil a los reporteros y culpar a los “opositores” de desearle el mal a López Obrador. 

 

Además, acusó al Diario de Yucatán, medio de comunicación local que dio la primicia del desvanecimiento del presidente y su traslado de urgencia a la Ciudad de México, de mentir una vez más, según sus palabras. 

 

Hasta el martes 25 de abril, en la conferencia matutina en Palacio Nacional, el Dr. Jorge Alcocer, secretario de salud y anterior médico personal de López Obrador, habló ante los medios en términos médicos para confirmar el contagio “leve” de covid y la posible recuperación del paciente dentro de unos cuantos días.

 

Alcocer no logró, sin embargo, disipar las dudas que rodean a la salud presidencial: el estado de salud del presidente es “bueno”, está confirmada su infección de Covid, su presión arterial se encuentra bajo control y su corazón late normalmente. Sanseacabó.  

 

Así que, al momento de elaborar estas reflexiones, el 25 de abril de una hermosa tarde de abril en Monterrey, creo que como ciudadanos hemos sido víctimas de lo que me atrevo a llamar el colapso de la comunicación social presidencial de la Cuarta Transformación.

 

Lo digo así porque es inconcebible que funcionarios federales de tan alto nivel no hayan sido capaces de informar oportunamente, de forma integral y mostrando empatía a la sociedad y medios de comunicación sobre un tema de importancia fundamental en la vida pública de nuestro país: ¿Está el presidente López Obrador en condiciones de salud óptimas para gobernar? La pregunta sigue abierta.

 

El modelo de comunicación social de la presidencia de la república se colapsó no sólo por la incompetencia de los encargados de dirigirlo, sino por una cuestión estructural: la forma de comunicar es un reflejo del modelo político centrado exclusivamente en una voz, la de López Obrador, ubicada en la cima de la pirámide. 

 

Cuando esa voz falta, en este caso, por la enfermedad del presidente López Obrador, no hay quien la sustituya con suficiencia y, por tanto, se derrumban tanto el mando como el mensaje: sin la voz cantante de AMLO, la magia de su carisma está ausente de cualquier otro funcionario y es imposible comunicar eficazmente sus mensajes.

 

No pretendo dar cátedra a nadie en el área de la comunicación social presidencial, ellos sabrán lo que hacen. Lo que percibimos periodistas y ciudadanos es un vacío de información que equivale, como dice el analista Irving Gatell, a un vacío de poder.

 

Finalmente, recordemos que no es a una audiencia local o nacional a la que se dirigen únicamente los funcionarios de comunicación social. No es a los “conservadores” o “reaccionarios” a quienes le ocultan la información, sino a la opinión pública mexicana y a las audiencias y medios de comunicación del resto del mundo. Es increíble que no levanten la vista más allá de los muros del Palacio  Nacional.

 

Lo que ellos hacen ya lo habíamos visto en la comunicación social de todos los gobiernos anteriores a la Cuarta Transformación que apostaron por la opacidad y el ocultamiento de la información pública. No cambió nada.

 

Cuado pensé que ya lo había visto todo, me encuentro con que mi querido país lleva dos días y medio ya no digamos sin comunicación social, sino sin gobierno.

 

Cosas veredes, decía el Quijote.

 

Rogelio.rios60@gmail.com

 

Presentación de la política de comunicación social de AMLO, 17 de abril 2019:

 

“En la Política de Comunicación Social del gobierno federal… vamos a garantizar el derecho a la información —como lo hemos venido haciendo—, en el centro están los ciudadanos, la gente, la población que debe tener información veraz, de calidad, garantizar la transparencia. El gobierno está abierto para informar a los ciudadanos. Son los que mandan en este y todos los casos actuaremos con limpieza y honestidad”.

  

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