martes, julio 30, 2024

Orwell: ‘1984’, la novela (a 75 años)

 


Por Rogelio Ríos Herrán 
A 75 años de publicada, afirmar que la novela “1984” mantiene la vigencia de su propuesta utópica (o distópica, como usted prefiera llamarla) es un lugar común, pero no menos asombroso. 
A mis +60 años, me resulta doblemente asombrosa la novela de George Orwell (seudónimo de Eric Blair, 1903-1950) porque durante mi primera lectura, a los veintitantos años, varias cosas me pasaron desapercibidas, entre ellas, que Big Brother no era un personaje de fantasía en un futuro lejano, sino el reflejo de gobernantes y sistemas totalitarios reales que no se agotaron en las figuras de Stalin y Hitler. 
Al contrario, ellos eran apenas el comienzo de una forma de hacer política en la cual, bajo cualquier perspectiva con que se le mire, el individuo es aplastado en su dignidad, libertad y derechos humanos por el poder totalitario. 
Ahora, en el año 2024, llamamos “populismo”, “ultraderecha”, “presidencialismo” o “el fin de la democracia liberal” a los rostros nuevos del Big Brother que Orwell nos reveló al publicar su novela en 1949, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial y su cauda de horrores y crímenes contra la humanidad. 
Releer a Orwell me jaló bruscamente a la fuente de origen del análisis político: el ansia de poder por el poder mismo, sin adornos que lo pinten de colores alegres e ilusiones que se disipan casi al momento de crearse. 
A partir de ahí, el manantial del autoritarismo no cesa de fluir ni se seca jamás. Ante mis ojos anhelantes, se han desplegado formas diversas, hasta ingeniosas, de regímenes políticos progresistas o conservadores, liberales y neoliberales, socialistas de viejo y nuevo cuño, parlamentarios o presidenciales; en fin, no se agota en la mente del hombre el catálogo de etiquetas para los fenómenos políticos. 
Aun en la era digital y con el paso vertiginoso conque crece la inteligencia artificial, el poder por el poder mismo (la fuente de origen) que desde milenios atrás impulsa al hombre es al hilo que entrelaza los años nuevos y sus tecnologías maravillosas con los años viejos: De “La Ilíada” a “1984” hubo sólo un abrir y cerrar de ojos. 
La lectura de la novela “1984” es no sólo placentera en términos literarios, sino indispensable en términos políticos para el lector que quiera comprender al mundo (y en ese mismo acto transformarlo) por y desde la literatura. 
La tensión narrativa magistral de Orwell me atenazó el corazón en algunos pasajes. 
En particular, las escenas de amor entre sus personajes rebeldes a Big Brother (Winston y Julia), en medio y a pesar de la omnipresencia del gobierno dictatorial, son la última esperanza que el autor inglés atisba para la humanidad: el amor como libertad personal contra el autoritarismo, los besos y encuentros furtivos casi como posturas políticas.  
Tal vez la era digital sea una nueva etiqueta para la añeja propensión de los gobernantes de vigilar y controlar al máximo a sus gobernados. 
Quizá la inteligencia artificial terminará, como muchas otras cosas, como instrumento al servicio del poder controlador, para el cual no hay puertas y ventanas cerradas que le impidan ser El Gran Intruso del siglo 21, como Big Brother lo fue en el siglo 20. 
Orwell murió pocos años después de publicada su novela. No sobrevivió hasta el año 1984 para constatar que su utopía (o distopía) se había convertido en realidad, aunque en formas y apariencias distintas a la del Londres postapocalíptico que imaginó en su obra. 
Fue un año o dos antes de 1984 que leí la novela entre la euforia que provocó, lo recuerdo bien, la proximidad del encuentro entre la ficción y la realidad en ese año. 
Al regresar a Orwell en 2024, casi al primer cuarto del todavía joven siglo 21, me pregunto qué hubiera pensado el escritor inglés al observar hoy el panorama mundial. ¿Se hubiera quizá deslumbrado con la inteligencia artificial, el internet y las redes sociales sin las cuales las generaciones jóvenes no podrían sobrevivir un solo día? 
O, al contrario, ¿sonreiría el viejo George ante lo que observaría y pediría su máquina de escribir original para redactar una coda a su texto? Escribiría algo así como “Big Brother no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. 
¡Salve, George Orwell! Gracias por la novela “1984” y tu obra literaria. 
@rogeliux 
Leí a Orwell en la edición de bolsillo (ISBN 9780451524935) que en conmemoración del 75 aniversario de la publicación de “1984” preparó la casa editorial Penguin Ramdom House (Nueva York) en su serie Signet Classics. Por si no bastara la cuidada edición de la novela y el hermoso diseño de la portada, el lector tiene su disposición la introducción de la escritora y académica Dolen Perkins-Valez (American University) y dos epílogos: uno de la escritora Sandra Newman y otro del pensador Erich Fromm, quienes nos presentan perspectivas de lectura y entendimiento de la obra “1984” verdaderamente sorprendentes.  Mi copia de bolsillo la compre en Barnes & Noble de La Cantera, San Antonio Texas, Semana Santa de 2024.

No hay comentarios.:

¿Claudia contra los yanquis imperialistas?

Por Rogelio Ríos Herrán   Corren los días, pasa la primera semana de septiembre, avanza la nefasta reforma al Poder Judicial, se acerca  el ...