martes, junio 11, 2024

Claudia en conferencia de prensa



Por Rogelio Ríos Herrán 
A partir del lunes 10 de junio, Claudia Sheinbaum (candidata ganadora a la presidencia de la república) decidió salir formalmente a los medios de comunicación en un formato de conferencias de prensa vespertinas, las cuales eventualmente se convertirían en matutinas. 
Van mis impresiones: 
  1. La conferencia de prensa se dio el 10 de junio después de la reunión entre Claudia y el presidente Andrés Manuel López Obrador, una comida en la que se comentaron asuntos importantes como la reforma al Poder Judicial, entre otros Los mensajes contradictorios de la semana pasada entre la candidata, el líder morenista en la Cámara de Diputados y los dichos de Andrés Manuel, incitaron en Claudia la idea de salir a los medios a fijar postura sobre el tema para tranquilizar a los mercados financieros internacionales. 
  2. Si ese era el objetivo, no lo logró y se quedó corta en las explicaciones. Su actitud evasiva ante las preguntas directas y el lenguaje casual, vago e impreciso ante los reporteros solo dejó claro que las reformas al Poder Judicial se votarán en septiembre bajo la nueva legislatura federal, pero antes de que ella asuma el cargo el 1 de octubre. 
  3. La candidata ganadora se sacó de la manga la propuesta de una consulta tipo parlamento abierto ante la Comisión del Permanente del Congreso, pues Claudia no la había expresado antes. Además, se abriría un “diálogo” con universidades públicas, escuelas y facultades de derecho, barras y colegios de abogados y trabajadores del Poder Judicial, para “dar a conocer” las reformas y sus alcances, como si no se hubiera discutido intensamente el tema desde febrero en todo el país. 
  4. A preguntas reiteradas de los reporteros, pues no quedaba claro la estructura y consecuencias del “diálogo” propuesto por Claudia, ella admitió que eso se haría a partir del 10 de junio mismo y hasta la apertura de la sesión ordinaria del nuevo Congreso federal el día 1 de septiembre. Es decir, no sólo parece Claudia ignorar la intensa discusión crítica ya hecha en torno al tema, sino que al cuarto a las doce (a dos meses y medio del inicio del nuevo Congreso federal) ella pretende que se discuta casi desde cero un tema crucial para la sociedad mexicana. 
  5. El “performance” regular de Claudia en su primera conferencia formal después de la visita a Andrés Manuel se debió también a la falta de reporteros críticos y cuestionadores, pues se les dio la palabra (por un acuerdo preexistente, se dijo ahí) a los reporteros de medios afines a Morena, uno de ellos notoriamente adulador de Claudia y quien quizá será el nuevo “Lord Molécula” del sexenio de Sheinbaum. 
  6. Sobre el lugar de la conferencia de prensa, me pareció muy desafortunado que lo hiciera ella en el Salón Tesorería del Palacio Nacional, en la misma sede de las conferencias matutinas de Andrés Manuel. No es un detalle menor, pues ella es candidata ganadora y recibirá fondos públicos para la transición de gobierno hasta que tenga en sus manos la constancia de presidente electa. ¿Para qué recurrir a los fondos presidenciales, al dinero público, para dar una conferencia de prensa en Palacio en lugar de cualquier otro recinto? ¿No era una buena oportunidad para marcar la autonomía de la candidata? 
  7. Le ha hecho más daño que beneficio a Claudia su escasa exposición a las preguntas y cuestionamientos de periodistas y reporteros críticos, independientes y duros. Preguntas que la obligarían a dar respuestas concretas y precisas y evitarían que las eludiera con disquisiciones, pues se vería atajada inmediatamente. Como candidata, se negó a contestar preguntas directas (lo cual equivale a una forma de censura) de periodistas y analistas con el argumento de que “eso no es lo que el pueblo de México quiere oír”. ¿Va a persistir en esa misma actitud elusiva una vez que sea presidenta de la república? 
  8. En conclusión, la actitud de Claudia ante los medios de comunicación sigue siendo evasiva, distante con la prensa crítica, como un reflejo de su falta de compromiso público con el espíritu de la transparencia y la rendición de cuentas que debe prevalecer en una democracia. Sin duda, sigue fielmente la escuela de su mentor Andrés Manuel, pero con menos carisma. 

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