Por ROGELIO RÍOS HERRÁN
Tenía mucho tiempo de no escuchar una presentación
bien armada, argumentada y explicada ante los medios de comunicación sobre las
ventajas del comercio y la integración productiva entre México y Estados Unidos.
Esto lo vi en la conferencia de prensa matutina del 3
de junio o “morningera”, como la mencionó de broma Marcelo Ebrard, Secretario
de Relaciones Exteriores de México en su mejor espanglish, para referirse al
evento que sostuvieron los representantes de la misión mexicana enviada a Washington,
DC, por el Presidente López Obrador nada menos que para convencer al Presidente
Donald Trump de no imponer tarifas arancelarias a México a partir del 10 de
junio.
Acompañaron a Ebrard en la conferencia de prensa: Graciela Márquez, titular de la Secretaría de Economía, Jesús Seade, subsecretario
para América del Norte de la SRE, y Martha Bárcena, Embajadora mexicana ante
Estados Unidos.
Pocas veces se reúne a un equipo de tan alto nivel
profesional en un mismo evento y enfocado a la solución de un problema de
grandes dimensiones para México.
Lo que hicieron Ebrard, Márquez, Seade y Bárcena al argumentar
tan brillantemente a favor del intercambio comercial sin barreras y de la
integración económica entre México y Estados Unidos fue producto del intenso
trabajo que desarrollaron los mexicanos desde su llegada a Washington el
viernes 31 de mayo.
No dejaron nada a la suerte ni a la improvisación, se
prepararon bien y eso se nota. Con la presentación de hoy se borra el mal sabor
de boca que una presentación anterior de funcionarios mexicanos había dejado en
la opinión pública estadounidense.
Me refiero a la tan comentada plática que un grupo de
funcionarios de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y de la Secretaría Hacienda hiciera
en Nueva York, en enero pasado, ante un grupo selecto de inversionistas y
representantes de agencias calificadoras de inversiones, la cual fue calificada
de “desastrosa” y “decepcionante” en los medios de comunicación.
Una nota de la agencia Bloomberg del 11 de enero lo
resumió así: “Ejecutivos de Petróleos Mexicanos viajaron a Nueva York con un
mensaje para analistas e inversionistas: la estatal mexicana vuelve a la
normalidad luego de años de mala administración. Desafortunadamente, el mensaje
no surtió efecto.”
Contra ese mal precedente se presentaban los
funcionarios mexicanos, si bien ahora por un tema distinto al de Pemex, pero
igualmente urgente como el de las inminentes sanciones comerciales a México.
Por fortuna para ellos, superaron con creces la dura
prueba de dar la cara a los medios de comunicación en la capital de Estados Unidos,
en donde todo lo que digas, bien o mal, tiene repercusión mundial.
Lo que vimos en este evento es quizá el mejor equipo dentro
del Gabinete del Presidente López Obrador: gente preparada, profesional, seria
y dedicada a lo suyo, y que tiene en mente no sólo la lealtad a un Presidente,
sino el interés superior de México.
No se puede decir lo mismo de buena parte del Gabinete presidencial,
en donde el perfil y el desempeño de los funcionarios es desigual e insuficiente,
por decir lo menos.
No sé cuál va a ser el resultado de las gestiones de
este “dream team” mexicano que se entrevistará con Mike Pompeo, Secretario de
Estado, y si se cumplirá el objetivo de que el Presidente Trump (quien se
encuentra de viaje por Europa) revierta su decisión de castigar a México con
tarifas arancelarias, pues es un hueso duro de roer.
No todo depende de lo que ellos hagan. Tienen que
darse otras circunstancias, sobre todo, que desde dentro de Estados Unidos crezca
la presión de grupos y organizaciones para que la Casa Blanca los escuche, además de atender a los
mexicanos. La US Chamber of Commerce, por ejemplo, ya empezó su tarea de
presión sobre la Casa Blanca.
Lo que si sé es que el equipo negociador mexicano está
dando su mejor esfuerzo, su entrega total y su “expertise” hacia un objetivo
que interesa a todos los mexicanos, no nada más a los simpatizantes del
Presidente. El asunto es tan grave que rebasa las meras consideraciones
partidistas o ideológicas.
Ya veremos en qué termina esta crisis comercial y
política entre México y Estados Unidos. Por lo pronto, hay un buen equipo
mexicano dando una gran pelea en Washington, y eso nos da muchas esperanzas, ¡buena
fortuna!
rogelio.rios60@gmail.com
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