martes, noviembre 06, 2018

Elecciones intermedias en EU: ¿ola demócrata?






Por ROGELIO RÍOS HERRÁN

1)   ¿ES ESTA ELECCIÓN UN REFERÉNDUM SOBRE TRUMP?  La etiqueta de “referéndum sobre Trump” es atractiva para la cobertura mediática de la jornada electoral del 6 de noviembre, pero hay algo un poco más ominoso, en mi opinión, sobre lo que está en juego: no se limita a Trump, no se reduce a los republicanos que lo apoyan ni a los demócratas que se le oponen, no se acaba en el clima de odio y divisionismo que se vive, sino en algo más profundo: ¿por qué la democracia estadounidense da como resultado el acceso al poder de liderazgos que no logran vencer las barreras partidistas y convierten a los gobiernos en maquinarias ineficientes? ¿Cuál es la falla del sistema político norteamericano que permite que quienes asumen los liderazgos de la principal potencia mundial no den los resultados esperados, no estén a la altura de sus responsabilidades y no sean el ejemplo virtuoso para sus compatriotas, sino -en la mayoría de los casos- un ejemplo pernicioso? ¿Está la democracia estadounidense en riesgo de perder su papel de referente mundial para otras naciones y pueblos que aspiran a contar con instituciones, leyes, libertades y mecanismos políticos tal como existen en la Unión Americana? ¿Está en riesgo la democracia estadounidense de no cumplir su misión fundacional de dar voz y lugar a todas, absolutamente todas las formas de ser estadounidense? ¿Ayudará esta elección intermedia a recobrar la esperanza?

2) ¿POR QUÉ NO VOTAMOS LOS MEXICANOS EN LAS ELECCIONES EN USA? La alta integración de hecho de las economías y sociedades mexicana y estadounidense hace que las elecciones y el funcionamiento del gobierno estadounidense afecten inevitablemente a México, no tanto quizá de acá para allá. No podemos votar en sus urnas, pero sí podemos “votar” de otras maneras: en la batalla de información equilibrada sobre México a la opinión pública americana, en la mente y los corazones de congresistas y senadores, en el cálculo político de gobernadores y alcaldes, en las deliberaciones de las grandes y medianas empresas que tienen intereses en México, en cada 5 de Mayo (“Drinko de Mayo”) que se celebra ampliamente allá, en el hechizo de la Riviera Maya y Los Cabos sobre los gringos que se tuestan al sol en sus playas, en cada ranchero texano que emplea a indocumentados mexicanos en sus ranchos, etcétera. En fin, en la pelea por seducir al voto hispano a que finalmente se decida, por ejemplo, a pintar de azul a Texas. Las elecciones intermedias no sólo son azules o rojas o rosas, sino ¡multicolores!  Ése es el universo en el que podemos tratar de influir desde lo privado y mediante la diplomacia.

3) ¿SE SIENTEN PERDIDOS EN LA JUNGLA? No lo dudo, todos podemos perdernos en la jungla de la política estadounidense, incluso quienes nos dedicamos al periodismo o a la academia. Hay demasiada información, mucha distorsión, múltiples actores en juego, medios tradicionales ("mainstream") y alternativos, infinidad de factores que inciden y un “partisanismo” demócrata y republicano prácticamente irreconciliable en la vida pública de Estados Unidos. ¡Ah! Por supuesto, esto se da además de las líneas tradicionales de división como raza, religión y género; la Costa Este, el Rust Belt, California, el Suroeste, Deep in the Heart of Texas, el venerable viejo Sur, etcétera.

4) ¿CÓMO NO PERDERSE? Ayuda mucho  a los observadores y estudiantes universitarios emplear, como lo hacen los periodistas, un enfoque sencillo y altamente discriminador de la información a la que se accede: apegarse a una mezcla de medios tradicionales (NYT, WP, CNN, FOX News -ni modo-, NPR, Politico, The New Yorker) y alternativos (tipo Texas Tribune, The Hill, The Cook Political Report) para las notas del día y reportajes de fondo; además, tres o cuatro columnistas y buenos opinadores que nos den un contexto oportuno a las notas duras (Tom Friedman, Gail Collins y Maureen Dowd son una batería tremenda en el NYT). Eso solamente para los USA, además de consultar sitios como BBC, El País, Le Monde, La Reppublica, O Globo, para ver cómo se percibe allá la política gringa y compararlo con nuestra perspectiva mexicana. No es necesario mencionar la propia selección personal de medios mexicanos que, como aplicados estudiantes de RI, manejan seguramente por default para que el maestro no los pesque en curva en cada clase: "¿Qué dijo ayer López Obrador sobre la reforma energética?", les preguntará la maestra Gaby cuando apenas se están acomodando en su asiento y le acaban de dar una mordida a la galleta (es una de las pocas alegrías de dar clases). Y “last, but not least”, si de veras quieren entender a los estadounidenses, pues platiquen lo más que puedan con ellos, en persona, por Skype, Facebook, como sea; lean profusamente a sus escritores que nos dan magníficos retratos de su sociedad, vean las películas que ellos ven, recorran su venerable Carretera 66, conozcan a sus poetas, pintores, escultores, activistas políticos, ambientalistas, rockeros, hiphopsters, jugadores estrella de futbol americano, coman sus hamburguesas, su BBQ, su Chili Dog, platiquen con los truck drivers en los paraderos del camino, los obreros de los talleres, la cajera del WalMart, los coreanos dueños de pequeños negocios, los cantineros, los homeless que los encuentran en todas partes, los veteranos de Vietnam o del Golfo, que también están por todas partes; si ustedes los conocen más a ellos, también ellos nos conocerán más a nosotros y entre todos ayudaremos a destruir el yugo de los estereotipos que nos asfixian a ambos lados de la frontera y nos conducen al odio y la discordia. El gran reto es estudiar y conocer a Estados Unidos tanto como ellos nos estudian y nos conocen, estamos a años luz de lograr eso aunque compartamos 3 mil kilómetros de frontera con ellos. Así, no nos volverán a sorprender como en 2016 con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, sobre lo cual muchos nos preguntamos ¿qué pasó?, ¿por qué no lo vimos venir? De esa manera, las elecciones intermedias y las presidenciales de nuestro vecino del norte dejarán de ser un juego de adivinanzas y apuestas para convertirse en un ejercicio analítico de precisión, certero, para saber bien a qué atenernos los mexicanos, por ejemplo, si en el próximo Congreso habrá mayoría demócrata suficiente para promover el "impeachment de Trump", o en qué va a favorecer a México una "ola demócrata". Todo un reto, ¿verdad?, pero ustedes como internacionalistas saben, intuyen, que no sólo estudian una carrera profesional, sino que aprenden una forma de ver al mundo: la del hombre y la mujer sin fronteras ni muros que lo encierren, la del ciudadano del mundo, la de los constructores de paz. Es un viejo sueño incumplido de mi generación que sólo alcanzó a ver la caída del Muro de Berlín y que ahora lo podrán realizar ustedes. No dejen de intentarlo. All you need is love!, decían los Beatles. 
      Muchas gracias.

(Mensaje a los estudiantes de la Licenciatura en Relaciones Internacionales del ITESM Campus Monterrey  durante la mesa redonda "Elecciones intermedias en EU: ¿ola demócrata?", 5 de noviembre del 2018, con la participación de Gabriela de la Paz y Gabriel Martínez Serna, organizado por SALRI y Ciencia Política y Relaciones Internacionales, ciclo Coyunturas).


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