viernes, diciembre 29, 2017

NSS: ¿qué mundo perciben?


Por ROGELIO RÍOS HERRÁN

Los días de fin de año no son quizá los más propicios para leer este tipo de documentos, pero decidí revisar la Estrategia Nacional de Seguridad (NSS por sus siglas en inglés)lanzada por el Presidente Donald Trump el pasado 18 de Diciembre porque pensé que en estas fechas relajadas podría entender mejor la visión del mundo que él y su equipo de asesores proponen (ver en www.whitehouse.gov).

Quería, además, quitarme el mal sabor de boca que me había dejado el discurso del Presidente Trump ante la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado: combativo, hostil para algunos países cuyos delegados estaban presentes en la sesión y completamente inapropiado en su tono para la estatura del máximo foro mundial.

Pero ni el espíritu navideño ni el relajamiento del fin de año me prepararon para lo que iba a leer: propone la Casa Blanca una estrategia para el siglo 20, no para el 21. Aspira a un mundo que sólo puede existir en su imaginación: países soberanos que conviven y comercian entre ellos sin intermediarios de ninguna especie (organizaciones comerciales o políticas) y cuya búsqueda individual de sus intereses nacionales les hará encontrar la armonía universal (una especie de “mano invisible” geopolítica). 

La paz se asegurará mediante la fuerza y la potencia militar que aporte cada nación: si tú me atacas, te garantizo que te puedo contraatacar y destruir. Un Monopoly, pero con tanques y misiles.

A ver, tal vez me equivoqué, Vuelvo a leer algunos pasajes, pero no, la propuesta sigue ahí, intacta, como una “visión hermosa”: “un mundo de naciones fuertes, soberanas e independientes, cada una de ellas con sus propias culturas y sueños, avanzando lado a lado en su prosperidad, libertad y paz a lo largo del año que viene”.

Las amenazas a Estados Unidos provienen de naciones “revisionistas” del equilibrio de poder como China y Rusia, el terrorismo yihadista es la principal amenaza de seguridad para los estadounidenses, Corea del Norte e Irán son dictaduras represivas que odian a Estados Unidos, la inmigración daña a su economía; de todo ello, la conclusión es que Estados Unidos debe redoblar su capacidad militar, tanto convencional como nuclear, para nunca perder la “superioridad” militar sobre sus rivales, reservándose, por supuesto, el derecho de intervenir militarmente en donde y cuando se consideren amenazados.

¿La ONU? En un par de líneas se menciona en la NSS que debe reestructurarse para devolverla a su cometido original (el cual no se específica).

¿Referencias a la globalización y su impacto geopolítico? No se menciona la palabra “globalización” en todo el documento, mucho menos se incorpora el concepto a su análisis estratégico.

¿Cambio climático? Tampoco se menciona por su nombre en el capítulo dedicado a la energía.

Las continuas referencias al reforzamiento de la capacidad militar estadounidense, a la necesidad de mantener una fuerza armada capaz de actuar en cualquier momento y en cualquier parte del mundo, además de la insistencia sobre el terrorismo yihadista y el peligro que representan Corea del Norte e Irán, adicionalmente al crecimiento militar de China y Rusia, son los puntales de la visión de la NSS: “estos son desafíos políticos fundamentales entre quienes favorecen los sistemas represivos y quienes favorecen a las sociedades libres”, una forma de decir entre buenos y malos.

No suena como una visión para el futuro, sino como una vuelta al pasado. “America great again”, según la estrategia propuesta, aspira a preservar un mundo unipolar que sólo brevemente existió a la caída de la Unión Soviética en 1991, con Estados Unidos como la superpotencia dominante, pero con un toque de los años 50: blandir amenazas inminentes y letales (antes el comunismo, ahora el terrorismo islámico)para apropiarse de poderes y facultades extraordinarias de gobierno, atemorizar a la población y cerrar los más posible el país al mundo (lo cual llevaría a EU incluso más atrás en el tiempo hasta el aislacionismo de principios del siglo 20).

¿Dónde están Harvard, Yale y Princeton con sus académicos de relaciones internacionales? ¿Qué fue de los poderosos “think thanks” conservadores que producen profundos reportes y estudios estratégicos por toneladas? 

¿Por qué no consultaron en la Casa Blanca a Henry Kissinger, quien, a sus 90 y pico de años, les hubiera dado (gratis) un par de lecciones sobre estrategia y geopolítica en la servilleta durante el almuerzo? ¿O a Condoleezza, Madeleine o -sí- a Hillary?

El documento de la NSS se hubiera beneficiado mucho con su asistencia y asesoría: no se puede omitir la globalización como concepto en ningún análisis serio de las relaciones internacionales en el siglo 21; el sistema internacional ya no gira exclusiva ni pincipalmente en torno a los estados-nación; sobre el cambio climático no se discute si existe o no -eso ya está superado- sino cómo va a afectar a cada nación, no se puede ignorar; explique bien, por favor, ese trabalenguas del “realismo de principios” (“principled realism) que haría a Hans Morgenthau revolverse en su tumba, etc., hubieran dicho los académicos con delicioso sarcasmo mientras le regresan al alumno su “paper” con observaciones para que lo corrija.

Pero es demasiado tarde para eso. La NSS ya es un documento oficial y será la guía para la seguridad de todo el Gobierno estadounidense en lo interno y lo externo para el 2018, de ahí se derivarán decisiones de vida o muerte alrededor del mundo. 

Se refleja en él una corriente de pensamiento conservador que peca de reduccionismo, es verdad, y que no incluyó a un conservadurismo más ilustrado (en la academia, por ejemplo) que hubiera aportado seguramente una visión más refinada del mundo y de las amenazas a la seguridad estadounidenses para una discusión de mayor nivel.

Faltaría una cosa: México, ¿cómo queda en la NSS? Se los comentaré en la próxima columna.

rogelio.rios60@gmail.com






No hay comentarios.:

AMLO: la fatiga del poder

  Por Rogelio Ríos Herrán  Al poco tiempo de empezar las conferencias matutinas (“las mañaneras”) en el arranque del gobierno de López Obra...