jueves, septiembre 21, 2017

"¿Por qué con AMLO?"

Romo en la plática.
Fuente: fotografía propia.
Por Rogelio Ríos Herrán

Se puede conocer la sinceridad de un hombre cuando se le escucha hablar cara a cara, cuando se mete al ruedo de los encuentros presenciales con ciudadanos y líderes de opinión de los que no siempre sale todo mundo bien librado.

Los gestos no mienten, el tono de voz delata si alguien habla por hablar o porque trae una convicción profunda sobre lo que dice, la mirada de cada quien es un espejo de su alma. Nada de eso se puede ocultar en un “face to face”.

El Ingeniero Alfonso Romo invitó a platicar el 20 de septiembre en Monterrey a miembros de PROpuesta Ciudadana (que impulsa Verónica Sada) y a ciudadanos y líderes de opinión a una plática “en corto” sobre sus motivos para apoyar a Andrés Manuel López Obrador (dirigente de Morena) y su proyecto de nación en las elecciones del 2018.

Asistí con la esperanza de escuchar a una persona interesante decir cosas igualmente interesantes, y no salí decepcionado. Romo tiene una habilidad natural para exponer y hacerse explicar, producto seguramente de su larga trayectoria empresarial y de incontables juntas de negocios. Pero no se queda ahí, al hombre se le desborda la convicción sobre su apoyo político a un proyecto de nación que dará sustento a la candidatura presidencial de AMLO.

Es ciertamente Alfonso un ave rara en el horizonte empresarial: ¿Cómo a un gran empresario, y para colmo de Monterrey, se le ocurre siquiera dar su apoyo al Peje, el “peligro para México”?, se preguntan muchos en la Sultana del Norte. ¿Qué no sabe que nos va a convertir en otra Venezuela, que nos va a quitar nuestras propiedades, que cerrará las escuelas privadas?, repiten otros con un celo religioso según lo ven en las redes sociales.

De todo ello habló Romo de frente, sin rodeos. Las preguntas y comentarios de los asistentes no fueron complacientes, todo lo contrario. Hubo intervenciones muy críticas, cuestionadoras y desafiantes que el expositor recibió y respondió con buen ánimo. Al final, el hilo conductor de la conversación fue el de las posibilidades de una transformación real en México y de la capacidad de AMLO de “cambiar el rumbo del país” (como dijo Romo) si en el 2018 gana la Presidencia de la República sobre la plataforma de Morena.

El sentido de urgencia sobre hacer algo, participar e involucrarse a fondo en las tareas que se necesitan para aliviar a México y darle una nueva orientación al Gobierno, un sentimiento compartido por los presentes, fue el motivo central para que Romo y un equipo de trabajo (quienes no son miembros de Morena, sino que lo hacen como aportación externa) se dieran a la tarea de elaborar un plan de gobierno que será presentado a la opinión pública el día 20 de noviembre próximo.

Después, el 15 de diciembre, se darán a conocer los nombres de quienes integrarían el Gabinete de AMLO. Esto es importante porque se me ocurrió preguntarle a Romo cómo le van a hacer en Morena para evitar que la campaña presidencial de López Obrador gire exclusivamente en torno a su persona y no sobre su proyecto.

Es decir, cómo difundir ampliamente una propuesta de gobierno que vale la pena conocer cuando, por el carisma y fuerza de atracción del Peje los medios de comunicación y los ciudadanos se fijarían en lo cotidiano (la frase ingeniosa del día, las declaraciones banqueteras, su rancho La Chingada, el pleito verbal con fulano o mengano, etc.) por sobre sus propuestas de gobierno.

Una vez nombrado el gabinete, me contestó Romo, sus integrantes saldrán a recorrer el país, a presentarse en foros de todo tipo, a dar la cara a los medios, a hablar y difundir el proyecto de nación. Preparémonos entonces, pensé de mi parte, a recibir a los nuevos apóstoles que difundirán un “Gospel” duramente trabajado y pulido para capturar la atención de una ciudadanía severamente golpeada por la desconfianza hacia la clase gobernante y los partidos políticos.

Me interesa, por supuesto, escuchar esas propuestas y ver si López Obrador, en su último intento por ganar la Presidencia, puede llevar a cabo -si resultara vencedor- una buena parte del mismo en apenas seis años.

AMLO y Alfonso Romo.
Fuente: google.com
A partir del 20 de noviembre se establecerá una vara muy alta en cuanto a propuestas de campaña para cambiar a México, a ver qué otros contrincantes pueden no sólo saltar esa valla, sino ponerla más alto. Que sea una confrontación de propuestas, no de personalidades.

Por los nombres del equipo presidencial amlista que manejó Romo (los cuales se conocerán el 15 de diciembre), está claro que López Obrador mantiene un fuerte poder de convocatoria en torno a su liderazgo social. Más que demagogia y rollos electorales, lo que se presente será fruto de un trabajo de expertos no partidistas, ajenos a las lides electorales y profundamente preocupados por México.

Quienes compartimos esa preocupación esperaremos atentos. Mientras tanto, me resultó grato departir entre personas de distintos giros de la vida, con intereses sociales y políticos divergentes, pero que no pierden la capacidad de sentarse juntos a dialogar sobre México y que difícilmente nos hubiéramos reunido por nuestra cuenta en la calle, gracias a Alfonso Romo por una velada tan agradable.


rogelio.rios60@gmail.com

1 comentario:

Daniel dijo...

No puede ser que queramos seguir viviendo con más de la mitad de la población en pobreza, corrupción en todos los niveles y volver a votar por los mismos.

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