sábado, noviembre 11, 2006

La debacle republicana

Muchos mexicanos celebraron con júbilo la reciente victoria de los demócratas en el Congreso y el Senado americanos, calificando de verdadera debacle para los republicanos el resultado de las elecciones de medio término.

Siempre con la esperanza puesta en una mejora en la situación migratoria de los mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos, desde México se percibió la vuelta de los demócratas a la mayoría en ambas cámaras como la apertura de una nueva ventana de oportunidad para la ansiada reforma migratoria integral, del tipo de la que apoyan los senadores Kennedy y McCain, en lugar del programa de trabajadores temporales que impulsa el Presidente Bush.

Antes de levantar las campanas al vuelo, sin embargo, los mexicanos deben considerar varias reservas a su júbilo. El triunfo demócrata no necesariamente se traducirá en la aprobación de una reforma migratoria distinta a la propuesta que ahora tienen en sus manos los legisladores. Ni el tema de la seguridad nacional de Estados Unidos cederá su lugar prioritario en la agenda pública a cualquier otro tipo de consideración económica o social. El combate al terrorismo persistirá como la principal preocupación del gobierno americano.

Los beneficios inmediatos para México derivados del regreso de los demócratas como mayoría legislativa en el Congreso y el Senado serán, seguramente, mucho menos espectaculares que las expectativas levantadas en México. No habrá variaciones importantes en el tema migratorio en la política estadounidense de aquí al término de la Administración Bush y quizá solamente después del 2008, con la posible elección de un nuevo presidente demócrata en la Casa Blanca, habrá de nuevo la oportunidad real de poner sobre la mesa una propuesta de solución integral y binacional al problema migratorio.

Otra reserva no menos importante que las anteriores tiene que ver con el inicio de un nuevo gobierno en México. El Presidente electo Felipe Calderón visitó la semana pasada al Presidente George W. Bush justo después de las elecciones cuando ya se conocía la debacle republicana. Eso minó el impacto de la visita, pues se percibe entre los analistas la idea de que Bush perdió fuerza y enfrentará una fuerte oposición demócrata en asuntos internos y externos.

Pero lo minó también el hecho de que Calderón llegó a esa cita con una posición muy endeble, pues ni siquiera tiene armado su equipo de política exterior para el gabinete y no se sabe, fuera de las ideas muy generales que difundió en su campaña, cuál es su visión de la política exterior mexicana y qué tipo de relación quiere establecer con Estados Unidos.

El encuentro entre Calderón y Bush se dio en un momento poco adecuado tanto en México como en Estados Unidos. La utilidad de la entrevista se redujo prácticamente a que ambos personajes se conocieran en lo personal y a que Bush le repitiera a Calderón la postura tradicional ante México: primero el comercio, luego la migración.

Un Presidente Bush debilitado por la debacle electoral republicana y un Presidente electo Calderón debilitado por la situación interna que enfrenta en México y carente todavía de una propuesta de política exterior y de una visión hacia Estados Unidos se encontraron en Washington, D.C. solamente para tomarse la foto juntos, pues fuera de eso no hubo beneficios palpables para los mexicanos.

Por eso es que después del júbilo inicial que levantó en México el triunfo electoral demócrata, y ante la escasa utilidad de la visita de Calderón a Bush, es necesario que los mexicanos analicen con la cabeza fría lo que verdaderamente se puede avanzar en materia migratoria en los próximos dos años.

Tal vez el mejor campo de batalla no sea el Congreso ni el Senado dominado por los demócratas, sino las arenas políticas de los estados de la Unión Americana, como en Arizona, por ejemplo, donde a pesar de la euforia nacional por el avance de los demócratas, las duras medidas contra los inmigrantes aprobadas en la elección son testimonio de que los mexicanos indocumentados en Estados Unidos tendrán que esperar todavía tiempos mejores para empezar a mejorar su situación laboral y de vida. Esperaremos hasta el 2008.

rogelio_riosherran@hotmail.com
210 775 2518 en USA.

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