Por Rogelio Ríos Herrán
Ante la ínfima cobertura en México del evento cumbre del cambio climático, para tener mayor información sobre la reunión de COP 30 (Conferencia de las Partes para el Cambio Climático de la ONU) que está en curso en Brasil, acudí directamente al portal de Naciones Unidas, a otro portal del gobierno brasileño sobre la cumbre y al New York Times.
¿Por qué el nombre de la “Cumbre de la Verdad”?
La frase la tomé del discurso inaugural de la reunión de líderes mundiales (153 en total) que dio el presidente Lula da Silva, el día 6 de noviembre, en el cual expresó lo siguiente:
“La COP 30 será la COP de la verdad. Es el momento de tomarse en serio las advertencias de la ciencia. Es hora de enfrentar la realidad y decidir si tendremos o no el coraje y la determinación necesarios para transformarla”.
Agregó el presidente Lula que “el año 2024 fue el primero en que la temperatura media de la Tierra superó un grado y medio por encima de los niveles preindustriales. La ciencia ya indica que este aumento se prolongará por algún tiempo, o incluso décadas, pero no podemos abandonar el objetivo del Acuerdo de París”.
Hay un consenso básico universal entre los países sobre el cambio climático:
El fenómeno del cambio climático no tiene fronteras y se puede frenar únicamente si los países cooperan entre sí.
Los países menos desarrollados no pueden resistir el cambio climático y transitar a las energías limpias sin ayuda y recursos de los países desarrollados.
Resulta, sin embargo, que China y Estados Unidos, las dos naciones que suman casi la mitad de las emisiones de carbono en el planeta, no enviarán a sus líderes, sino a delegaciones de menor nivel.
¿Puede el mundo enfrentar el cambio climático sin Estados Unidos en el Acuerdo de París (2015)? La pregunta la plantea Katrin Bennhold, editora del New York Times, y la resuelve con algunos datos significativos sobre Estados Unidos y China:
Estados Unidos es el mayor exportador de petróleo y el principal exportador de gas natural. También es el país más rico del mundo, y eso importa: los países pobres, que han contribuido muy poco al cambio climático, dependen de las naciones más ricas para adaptarse a un planeta más cálido.
China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. Pero también encabeza el desarrollo de energías renovables. El año pasado instaló más turbinas eólicas y paneles solares que el resto del mundo en conjunto.
China ya gana más dinero exportando tecnología verde que Estados Unidos exportando combustibles fósiles, según The Economist.
“La pregunta de si el mundo puede hacer frente al cambio climático sin Estados Unidos no es del todo la pregunta correcta. Estados Unidos es un país grande e importante, y la forma en que decida actuar afectará el futuro de todos. Pero el cambio climático ya está ocurriendo, y el mundo tendrá que adaptarse”, concluye Bennhold.
En México, el tema del cambio climático es un ausente frecuente en la agenda y el discurso de la presidente Claudia Sheinbaum y su gobierno.
A la ciudad brasileña de Belém, en la Amazonia, la presidente mexicana no asistió y envió en su representación a su secretaria del medio ambiente, Alicia Bárcena, para entregar los compromisos de su gobierno sobre la disminución de gases de efecto invernadero (NDC, por sus siglas en inglés)
Para el año 2030, según el gobierno mexicano, el 35 por ciento de la energía producida en el país provendrá de energías renovables.
La apuesta del gobierno nacional morenista, sin embargo, desde la presidencia de López Obrador, ha sido por las energías fósiles.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), asistente asiduo a las COP, ha criticado el uso extenso de gas fósil en la generación de electricidad y la refinación de petróleo que libera gas metano a la atmósfera.
Otro punto crítico es el impacto ambiental dañino de la construcción del Tren Maya en los sistemas ecológicos de la Península de Yucatán, según los análisis del CEMDA.
La “Cumbre de la Verdad”, como la nombró Lula, pasará de noche para la opinión pública mexicana. Entretenidos los ciudadanos y el gobierno nacional en temas locales, debates internos y polémicas interminables, las deliberaciones más importantes sobre el cambio climático serán poco conocidas, fuera de los especialistas y personas interesadas, entre el amplio público.
En el futuro, el desdén gubernamental a las energías renovables y la ausencia al más alto nivel a las COP de la ONU, nos pasarán una factura impagable: un país que organiza parte de la Copa Mundial FIFA 2026, pero es incapaz de hacer la transición energética hacia las energías verdes.
FUENTES:
Nota de The New York Times:
El mundo debate el clima… sin EE. UU. - The New York Times
Portal COP 30 Brasil:
COP30 Brasil Amazônia - Español
Portal COP 30 de la ONU en español:
Nota sobre CEMDA en Aristegui Noticias:
CEMDA pide a México mayor ambición y justicia climática en la COP30 | Video | Aristegui Noticias

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