miércoles, agosto 21, 2024

Kamala Harris: Fiscal por vocación

 


Por Rogelio Ríos Herrán 


La llegada de Kamala Harris a la candidatura demócrata por la Presidencia de Estados Unidos puso a muchos analistas y periodistas a averiguar más sobre la vida y perfil profesional de quien, hasta el momento, había jugado un papel discreto como la vicepresidenta del presidente Joseph Biden. 

Siempre atrás del presidente, medio oculta entre los escasos reflectores que los medios estadounidenses dedican a la figura de la vicepresidencia, era evidente que Kamala refrenaba, por respeto a Biden, su vigorosa necesidad de participar y hablar fuertemente en la arena pública. 

Ella se define como una fiscal por vocación. Desde sus años universitarios en sus estudios de Derecho (en Howard University), se forjó en su carácter la voluntad de combatir al crimen, perseguir delincuentes y castigarlos como una forma de proteger a los más vulnerables de la sociedad. 

Me detengo en este punto de su vocación. Acudí a la lectura de su obra “The Truths We Hold. An American Journey”, (Penguin Random House, serie Penguin Books, 2020) para obtener una fotografía más clara de cómo se forjó profesionalmente una mujer que hoy, sin las ataduras de la vicepresidencia, muestra una energía, vitalidad y capacidad de debate que ha salvado lo que parecía el naufragio de la elección presidencial para el Partido Demócrata. 

En el primer capítulo del libro (“Por el pueblo”), Kamala nos dice que “la razón por la cual tenemos oficinas públicas de fiscalías en Estados Unidos es que, en nuestro país, un crimen contra cualquiera de nosotros está considerado un crimen contra todos nosotros”. 

De hecho, el juramento “Kamala Harris por el pueblo” que prestó al iniciar su primer caso como fiscal de distrito en San Francisco, California, fue un compromiso por la representación social que se aplicaba en cada caso individual que ella atendía. 

“Casi por definición”, agrega Harris, “nuestro sistema de justicia criminal involucra asuntos en los que el poderoso ha dañado al menos poderoso, y no esperamos que la parte débil pueda obtener justicia por sí misma: lo convertimos en una tarea colectiva.” 

Ésa es la razón, concluye, “por la cual los fiscales nunca representan a la víctima; ellos representan ‘al pueblo’, a la sociedad en su conjunto”. 

El libro “The Truths We Hold” (en español "Las Verdades que Sostenemos") es precisamente un relato, entre biográfico y testimonial de su trayectoria en cargos públicos en los que ha intentado siempre proyectar su convicción profunda del alto honor y la elevada responsabilidad que significa el servicio público en Estados Unidos. 

A cada paso de su carrera profesional, Kamala se enfrenta a la realidad del mundo de la política: los ideales elevados sucumben al cálculo político y personal. Formada en una convicción profunda del valor de la representación social y la defensa del vulnerable, ya se imaginarán ustedes la tensión permanente que ella ha vivido hasta el momento en la vida pública. 

La pregunta es cómo va a conciliar Kamala su convicción de fiscal investigador con las necesidades estratégicas, realistas y políticas de la presidencia de Estados Unidos, en caso de que ella gane la elección general de noviembre. 

“Yo mantuve ese principio (‘por el pueblo’) al frente y al centro en tanto trabajé con las víctimas, cuya dignidad y seguridad fueron siempre importantísimas para mí. Se necesita una cantidad enorme de coraje para que alguien comparta su historia y resista los interrogatorios cruzados, sabiendo que su credibilidad y detalles más personales pueden estar en la línea. Cuando ellos subían al podio, sin embargo, lo hacían por el beneficio de todos nosotros”. 

  Buen punto el de Kamala sobre la representación social, pero la carrera presidencial entre ella y Trump requiere, además de la convicción de una fiscal, una visión política que involucre tanto las cuestiones de principios como los cálculos políticos para la defensa del interés nacional de Estados Unidos.  

El libro de Kamala es un viaje fascinante a su experiencia de vida, el origen de sus padres, y la formación de esta abogada californiana que sigue creyendo firmemente en la procuración de justicia y la representación social como su guía en la política. 

Tal vez sea eso lo que la Casa Blanca necesita: la recuperación del sentido de legalidad y estado de derecho perdidos desde el Asalto al Capitolio en 2021. 

Tome usted sus propias conclusiones; el buen libro de Kamala Harris le ayudará a decidir. 

@rogeliux

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