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El Presidente de España, Pedro Sánchez, y AMLO.
Fuente Google.com
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Por Rogelio Ríos Herrán
En mis tiempos de corredor aficionado activo, allá en
la lejana juventud, siempre preferí la media distancia, alcanzar el mayor
kilometraje posible con mi capacidad física, que las carreras de velocidad. El hermoso
Bosque de Tlalpan al sur de la CDMX fue testigo de innumerables corridas en
medio de sus árboles y senderos que me transportaban a un pequeño Nirvana
chilango.
Aprendí de esas corridas que lo veloz, lo inmediato,
lo que hay que analizar y darle forma cuando está a la vista, es siempre un
asunto traicionero al juicio, un pantano en donde fácilmente podemos atascarnos
en busca de respuestas rápidas y evaluaciones sobre las rodillas (“bomberazos”,
como se les conoce en el argot). Sólo la carrera larga me daba la serenidad
necesaria para reflexionar. Me volví desde entonces enemigo de las prisas.
¿100 días de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador?
Puedo dar una opinión, por supuesto, pero les diré que mi meta desde el
arranque del presente sexenio fueron los primeros seis meses, digamos los 200
días, para empezar a tener una idea más clara de lo que estaba pasando.
¿Por qué? No creo que 100 días sean un corte preciso
para evaluar seriamente a una administración pública que apenas arranca. La
tentación de extender una opinión, sin embargo, es demasiado grande para
cualquier periodista, por eso creo que sí es relevante dar ahora una fotografía
de lo que puede o no puede venir en el futuro inmediato.
Mi fotografía va más en el sentido de lo externo que
de lo interno, es decir, de lo que nos espera del mundo para México, una
variable que definitivamente está fuera de nuestro control:
1) ¿Qué
viene de USA? El arranque de las precampañas presidenciales desde hace semanas,
la depuración de posibles candidatos y, sobre todo, la definición de una
plataforma Demócrata para el 2020 hace que “el tema México” (las caravanas, la
migración, drogas, El Chapo, las armas que llegan al país, las calificadoras,
la legalización de la mariguana que podría incluso discutirse en Texas -of all
places- este mismo año) juegue, independientemente
de lo que quieran los mexicanos un papel importante en la carrera electoral.
¿Seremos alfiles o peones en el tablero de ajedrez demócrata-republicano?
Tenemos un buena estrategia de protección al migrante recientemente expuesta
por el Secretario Marcelo Ebrard que se aplicará a través del trabajo intenso
del Servicio Exterior Mexicano, pero ¿qué más va a hacer AMLO para apoyar el
plan de Ebrard? ¿Está plenamente consciente el Presidente mexicano -¿se lo han
recalcado sus asesores y funcionarios del área?- de que una actitud pasiva ante
Washington (el Washington de Trump) es una invitación abierta a la hostilidad y
al manejo negativo de la imagen de México como carta electoral? ¿Cuándo irá
AMLO por primera vez como Presidente a Los Ángeles, Nueva York, Houston, San
Antonio, Atlanta, para “hacer campaña” entre las comunidades mexicanas a favor
de una imagen positiva de México? ¿Por qué no lo hizo en estos 100 días? ¿Por qué
el Presidente no viaja el exterior?
2) Los
conflictos entre países con armamento nuclear como el actual entre Paquistán-India
y Corea del Norte-Corea del Sur, además de Corea del Norte-Estados Unidos, más
el anuncio del Presidente ruso Vladimir Putin del desarrollo de nuevos y
poderosos misiles en Rusia y su postura de reiniciar la carrera armamentista
con Washington al retirarse estadounidenses y rusos de los actuales tratados de
desarme nuclear, son para poner los pelos de punta a cualquiera. Si las
potencias reviven la carrera armamentista de la Guerra Fría y los conflictos
regionales elevan el riesgo de una crisis con armas nucleares, a México no le
queda más remedio que elevar la voz para condenar esa carrera y a los involucrados,
tal como lo demanda nuestra tradición anti-armamentista. No he escuchado mucho
sobre eso en la opinión pública mexicana, no es tema de debate y parece como si
ignorar la cuestión nos “blindara” contra los riesgos. No nos engañemos: será un
tema obligado para AMLO definir posturas en los siguientes 100 días, incluso si
ello lo enfrenta a Trump.
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Venezolanos en Monterrey.
Fuente: Google.com
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3) Sobre
el conflicto venezolano, me parece que se discutió y analizó suficientemente la
postura de México (“Cien días de soledad” le llamó el analista y ex diplomático
Enrique Berruga), la cual no ha rendido los frutos esperados. Considerando el
nudo en el que se ha convertido Venezuela y su conflicto interno, se explica
esa falta de resultados porque nadie más (el Grupo de Lima, la presión de
Washington, el Secretario Luis Almagro en la OEA) ha logrado nada. Maduro se
aferra al poder a cualquier precio, el opositor Guaidó se apoya en Trump y los
venezolanos sufren cada día más el deterioro de su nación. La pregunta es si, a
la luz de los hechos, México alterará o no su curso diplomático y cambiará su
estrategia, a qué costo y bajo cuáles circunstancias. El acercamiento a la
comunidad venezolana exiliada en México podría proporcionar claves para un
mejor entendimiento de la situación interna en esa nación; por lo menos con los
venezolanos en Monterrey (donde resido) no se ha intentado.
4) Si
bien las remesas provenientes de Estados Unidos alcanzaron una cifra récord en
2018 al superar los 30 mil millones de dólares, no es posible que el Gobierno
mexicano cuente con un panorama similar para el presente año. Hay signos de una
desaceleración económica norteamericana, su guerra comercial con China empieza
a cobrar el precio y el ciclo de crecimiento económico que tanto a ha
beneficiado al Presidente Trump (cortesía de Barack Obama) parece llegar a su
fin. Hay voces en el Congreso y en los sindicatos automotrices estadounidenses
que piden una mayor revisión del T-MEC (otra vez) negociado con la anterior
administración mexicana. ¿Se ha preparado el actual Gobierno mexicano para tal
eventualidad? ¿Cuenta ya AMLO con el relevo de Ildefonso Guajardo, el
negociador estrella de Peña Nieto, que lleve a buen puerto una posible
renegociación comercial? ¿Será Jesús Seade el nuevo “Golden Boy” del equipo
negociador comercial mexicano?
Vaya, reviso lo escrito y percibo más preguntas que
respuestas, pero no se me ocurre cosa para estos primeros 100 días que
compartir con ustedes mis interrogantes.
En términos beisboleros, como le gustan a AMLO, apenas
va el Gobierno mexicano rumbo a la mitad de la temporada, sus mejores pitchers
siguen frescos, no se les ha cansado el brazo y siguen tirando rectas de 90
millas, pero sus bateadores estrella aún no logran, lamentablemente, sacarla del
cuadro.
Como buen estratega, “El Peje” sabrá a quién y cuándo enviar
de relevo a la caja de bateo, pues sin un bateador oportuno no hay pitcher que
aguante siquiera siete entradas contra el poderoso team USA y su aguerrido
coach Trump con su inseparable cachucha roja.
Nos vemos mejor en 100 días para otro recuento.
Rogelio.rios60@gmail.com
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