Por ROGELIO RÍOS HERRÁN
Por dos razones será en el debate de hoy en Tijuana
en donde se defina el rumbo de esta elección presidencial: por la importancia
de esta pujante ciudad fronteriza y porque se abordarán los temas que involucran a la posición internacional de México.
¿Han estado alguna vez en Tijuana? Si es así
entenderán de lo que les hablo: es el ideal de la ciudad mexicana fronteriza del
norte: intensa actividad comercial, industrial, agrícola, un flujo incesante de
migrantes que van de paso o que se quedan; y, como cereza en el pastel, la
convivencia perfecta con la economía y cultura de Estados Unidos, sin muros físicos
ni culturales, todo fluye en inglés o en español, de éste o del otro lado de la
frontera.
Tijuana no es simplemente “la puerta a México”, sino
la ciudad de la frontera norte que ha generado la nueva cultura fronteriza con
su lenguaje propio que nos permite saber con absoluta certeza que la
convivencia entre mexicanos y estadounidenses es posible, necesaria y benéfica
para todos, no importa lo que suceda en Washington, D.C.
¿A qué van los candidatos presidenciales a Tijuana? Es
verdad que a debatir entre ellos en la sede de la Universidad Autónoma de Baja
California sobre comercio exterior e inversión, combate al crimen trasnacional
y derechos de los migrantes. Pero, sin saberlo quizá, van a algo más
trascendental: a mostrarnos quién tiene madera de gobernante.
Basta ver los casos de fronteras peligrosas, en donde
la convivencia lleva a las naciones al borde la guerra (Corea del Sur y Corea del
Norte) o a tragedias humanitarias (israelíes y palestinos en Gaza) para darnos
cuenta de lo valioso que se ha logrado en Tijuana: la convivencia armónica, no
exenta de problemas, pero abrumadoramente pacífica.
Eso nos han enseñado los tijuanenses, a vivir con los
estadounidenses, a entendernos con ellos, a compartir lenguaje y cultura, hacer
negocios, etcétera. La vida diaria de Tijuana (como la de Ciudad Juárez, Nuevo
Laredo, Reynosa, etc) es la prueba de que sí se puede convivir y construir una
comunidad binacional.
Así lo sentí cuando visité la frontera tijuanense hace
años. El cruce con mayor tráfico en el mundo, el de Tijuana-San Ysidro, me
impresionó porque me dio la certeza de que no hay barreras que detengan a ningún
pueblo cuando fluye hacia un lado u otro de la frontera animado por las
oportunidades de trabajo y por los beneficios mutuos para estadounidenses y
mexicanos.
A lo que van hoy los candidatos presidenciales a
Tijuana es a definir qué lugar ocupa México en el mundo, cómo va a enfrentar los
problemas económicos globales, con qué fortalezas cuenta para hacerlo, cuáles
son sus puntos débiles. ¿Habrá o no un nuevo TLCAN? ¿Desaparecerá la mediana y
pequeña industria mexicanas ante el avasallamiento de las grandes empresas?
¿Nos asumiremos abiertamente como un país de migrantes y de migraciones nativas
y externas o seguiremos en la negación?
Yo quiero que los candidatos hablen sobre eso, no sobre ataques
personales o las invasiones brutales a la privacidad de Andrés Manuel López Obrador
con referencia a su estado de salud, es increíble qué tan bajo se puede caer en
una campaña electoral cuando los contrincantes no argumentan y solamente
atacan a la persona, no a sus ideas.
¿Quieren rebatir al Peje? Se pueden enfocar, por ejemplo, a debatir
con altura sobre esto: “La inestabilidad de la economía mundial nos obliga a
repensar nuestra política económica con miras a fortalecer el mercado interno.
Una economía nacional fuerte puede aportar mayor estabilidad y mitigar los
efectos de la volatilidad global” (en Pejenomics).
¿No queremos acaso una economía nacional fuerte?
¿Hacia dónde es el cambio que se necesita? AMLO propone su Pejenomics con ideas
de altura y diagnósticos precisos sobre los problemas económicos, desde hace
mucho tiempo no veía yo una propuesta tan completa, objetiva e interesante sobre la economía
mexicana.
José Antonio Meade, un hombre muy preparado, puede
seguramente debatir sobre eso, lanzar sus propias propuestas económicas.
Ricardo Anaya y Jaime Rodríguez igualmente deberán entrarle a la batalla de
argumentos, no quedarse en el pantano de los ataques personales.
Tijuana los observa, señores candidatos. No se trata
de “pegarle” al Peje, sino de discutir propuestas. México entero está al
pendiente de ustedes. Aprendan de los tijuanenses, hablen directo, claro, sin
rodeos desde la ciudad que nos abre los ojos al potencial de los mexicanos: Tijuana
es la frontera, sí, pero al mejor México posible. Hoy sabremos hacia dónde
vamos. Tijuana decide hoy.
rogelio.rios60@gmail.com
2 comentarios:
Saludos Rogelio, siempre tan sereno en tus análisis, felicidades!
Bien Rogelio. Buena propuesta para la discusión de hoy en la noche.
No me conoces, pero igual, te mando un cordial saludo.
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