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Suministros mèdicos procedentes de China. Fuente: google.com |
Por Rogelio Rìos Herràn
Pian pianito, como dicen los italianos, entre el
torbellino de la pandemia en México se ha desarrollado una acción del Gobierno
que merece resaltarse: el “puente aéreo con China”, como lo nombrò Marcelo
Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores.
“Mil gracias a Aeromèxico, con su apoyo vamos ya en
camino para iniciar el puente aéreo Mêxico-Shanghai-Mèxico que nos permitirá
garantizar el suministro de ventiladores y equipo médico para hacer frente al
Civid-19”, escribió el 6 de abril Ebrard en su cuenta de Twitter.
Casi una decena de aviones procedentes de China han
aterrizado desde entonces en la CDMX repletos de suministros y equipos médicos
que se necesitan con urgencia en los hospitales públicos. “¡Gracias, China!”, tuiteò
con entusiasmo Ebrard.
El sèptimo vuelo llegó el 27 de abril con 57 mil 600
caretas protectoras y 100 mil goggles para el personal médico. Con este
cargamento, se completa el 59 por ciento del total de insumos chinos.
Desde el 6 de abril se inició el puente a China.
Directamente involucrada ha estado Martha Delgado, subsecretaria de Asuntos
Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, quien abordò el Boeing 787 del
primer vuelo procedente de Shanghai con 10 toneladas de insumos médicos.
“En estos momentos donde la situación es difícil en
todo el mundo es en donde la diplomacia y las relaciones exteriores juegan un
papel muy importante”, expresó Delgado.
Un experimentado diplomático, miembro del Servicio
Exterior Mexicano desde 1980, Embajador Josè Luis Bernal Rodrìguez, encabeza la
Misiòn diplomática mexicana en China.
La agencia de noticias china Xinhua difunciò, el 9 de
abril, declaraciones de Ebrard en el sentido de que “China, desde el principio,
desde que ellos empezaron a enfrentar esta circunstancia, nos compartiò esta
información a tiempo”.
Se espera un ritmo de dos vuelos semanales hasta
completar 20 traslados con todos los insumos a territorio mexicano.
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Martha Delgado (SRE) y tripulaciòn. Fuente: google.com |
Como se ve, el equipo de funcionarios que lleva la
responsabilidad del puente aéreo a China (Ebrard, Delgado y Bernal al frente de
los equipos de la SRE) es experimentado, conocedor y está dando buenos
resultados.
En un momento en que el Gabinete del Presidente Lòpez
Obrador se nota desequilibrado -pocas áreas funcionan bien y el resto no- es un
alivio para los mexicanos saber que, por lo menos, la política exterior se
encuentra en muy buenas manos.
Para China Popular, el agradecimiento público del
Gobierno mexicano por el suministro de equipos médicos, además de su
experiencia sobre el manejo de la pandemia, es música para sus oídos.
Desde el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas entre México y China Popular en 1972, pocas son las ocasiones en
las que la relación bilateral alcanzò una intensidad similar a la actual.
En 2003, Beijing y México establecieron una Alianza
Estratègica que hasta 2013 subirìa de nivel a Alianza Estratègica Integral
en que se encuentra ahora.
El Puente aéreo con China ayudarà también a borrar el
mal sabor de boca que dejó la cancelación del Gobierno mexicano del proyecto de
Tren de Alta Velocidad México-Querètaro en 2017, promovido con capital de empresas
chinas, cuando ya estaban asignados los contratos.
Anteriormente, en 2015, otro proyecto chino de gran
tamaño, el Centro de Distribuciòn de Productos Chinos Dragon Mart (en Cancùn)
que distribuiría a toda Amèrica Latina (hubiera sido el segundo màs grande
después de Dubai), fue cancelado por el Gobierno mexicano.
México puede jugar la carta china, pero debe hacerlo
con el mayor tacto. China y Estados Unidos están enfrascados -desde hace dos
años- en un conflicto comercial y estratégico, cuya última derivación es la
postura de Washington de considerar la exigencia de una “indemnización” a
Beijing por su descuido que “provocò” la difusiòn del coronavirus.
Contra algunas voces que piden que México
“reconsidere” el puente aéreo con China (el segundo socio comercial con Amèrica
Latina) para que no se enoje la Casa Blanca, me parece que nuestra centenaria tradición
de lazos con los chinos y la urgente diversificación internacional de México
nos lleva, naturalmente, no a quitar, sino a ensanchar los puentes con China.
Que siga la diplomacia médica.
El “¡Gracias, China!” de Ebrard resonò hasta Beijing:
piano piano, si va lontano.
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